Señor Presidente,
Cuba agradece la convocatoria de este debate de alto nivel sobre las consecuencias humanitarias de los conflictos armados, cuya pertinencia es incuestionable frente al agravamiento de las crisis humanitarias derivadas de conflictos armados en distintas regiones del mundo.
Reiteramos nuestro pleno compromiso con la Carta de las Naciones Unidas y con el derecho internacional humanitario (DIH), pilar esencial del sistema multilateral y herramienta clave para la protección de las personas que no participan directamente en las hostilidades.
Nuestro país, profundamente comprometido con la paz, el multilateralismo y la solidaridad internacional, aboga por una aplicación universal, imparcial y coherente del DIH, sin dobles raseros ni politización. Rechazamos el uso de los conflictos como pretexto para la intervención extranjera.
Cuba ha promovido desde hace décadas el desarrollo de capacidades nacionales en materia de DIH, incluida la educación en escuelas militares y civiles, así como la cooperación con el Comité Internacional de la Cruz Roja. Esta labor se extiende también al apoyo de misiones médicas cubanas en zonas de conflicto, guiadas por estrictos principios éticos y humanitarios.
Los costos humanos de los conflictos —sobre todo para mujeres, niños, ancianos y personas con discapacidad— exigen una respuesta urgente basada en la diplomacia y el respeto al derecho internacional.
La protección de escuelas, hospitales, infraestructura vital, así como la garantía del acceso seguro y sin trabas a la asistencia humanitaria, debe ocupar un lugar central en las prioridades de la comunidad internacional. Es inaceptable que en pleno siglo XXI aún se bombardeen hospitales, escuelas y se obstaculice deliberadamente el acceso a la ayuda humanitaria.
Cuba considera que la defensa y aplicación efectiva del DIH no debe estar sujeta a interpretaciones selectivas ni condicionada por intereses políticos. La imparcialidad, la universalidad y el respeto al principio de soberanía son indispensables para preservar la legitimidad del sistema internacional de protección.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional a fortalecer los mecanismos de implementación del DIH, garantizar el respeto a los principios de neutralidad y humanidad, y poner fin a la impunidad de quienes lo violan sistemáticamente.
Cuba seguirá defendiendo con firmeza el principio de que la paz es un derecho de todos los pueblos, y que la cooperación solidaria —no la fuerza— es el camino hacia un mundo más justo y humano.
Muchas gracias.