Señor presidente,
La naturaleza de este caso y la forma en que fue admitido, muestra la poca transparencia y las graves insuficiencias de los métodos de trabajo del mecanismo para activar las quejas.
Los procedimientos de esta naturaleza no pueden ser decididos solo por la Mesa del Consejo, que cuenta con una escasa y claramente insuficiente representación de los miembros de este órgano.
La utilización de procedimientos obsoletos e ineficaces que no se ajustan a los tiempos actuales, facilitan la manipulación de ese mecanismo con fines claramente políticos.
Por esas razones Cuba se opuso en el pasado y se opone hoy, a que se incluya este punto en el orden del día de las reuniones del Consejo de Administración.
Señor presidente:
La vía del diálogo y la cooperación coordinada, basada en el respeto a la soberanía del Estado, son elementos esenciales y los únicos efectivos, para encontrar soluciones y avanzar en la implementación de los derechos laborales en los Estados Miembros, teniendo en cuenta las circunstancias nacionales.
Reiteramos que este Consejo no cuenta con la autoridad para exigirle a un Estado violar su legislación nacional, en detrimento de su soberanía y autodeterminación.
Cuba rechaza la imposición de mecanismos punitivos. Estos enfoques son ajenos al mandato de la OIT y han demostrado que están destinados al fracaso. Su único resultado es el despilfarro de los recursos de la Organización.
Reiteramos el irrestricto apoyo de Cuba a los esfuerzos del gobierno sandinista y el pueblo de Nicaragua en favor del desarrollo sostenible, la paz, la justicia y la emancipación social.
Nos oponemos firmemente a la politización de la OIT, la imposición de medidas punitivas y la utilización ilegítima de sus órganos y mecanismos para acciones de injerencia en los asuntos internos de Estados soberanos.
Muchas gracias.
