Señor Presidente:
La agresión militar contra Qatar el pasado 9 de octubre es otro episodio de la larga estela de violaciones al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas cometidas por Israel, que se sabe protegido por EE.UU. y por eso actúa de una manera tan irresponsable, socavando de forma reiterada la paz, la seguridad y la estabilidad regionales.
El ataque del 9 de septiembre en Doha, que Cuba condena en los términos más enérgicos, representa también una afrenta muy grave a los derechos humanos.
Es una nueva ejecución extrajudicial cometida por Israel, que no tiene suficiente con ocupar ilegalmente territorios palestinos y de otras naciones árabes durante décadas, o llevar casi dos años cometiendo un genocidio en toda regla en Gaza, frente a los ojos de la comunidad internacional.
Se trata del mismo régimen sionista que usa el hambre como método de guerra, y que lanza ataques indiscriminados sobre la población civil palestina, provocando más niños, periodistas, médicos y trabajadores humanitarios muertos que ningún otro conflicto reciente.
Es el mismo régimen sionista que agredió a Irán hace pocos meses, o que lleva años asesinando de manera selectiva a nacionales de dicho país.
El desdén de Israel por los derechos humanos solo es comparable con su desprecio por el Derecho Internacional Humanitario.
Señor Presidente,
Cuba reitera su solidaridad con el gobierno y el pueblo Qatar, a quien nos unen fuertes lazos de hermandad y que ha sido víctima de la agresión, el descontrol y la prepotencia de Israel. Estas acciones colocan a la región y al mundo ante el riesgo de una conflagración de consecuencias impredecibles.
Con estas inadmisibles y repudiables acciones, Israel vuelve a demostrar su intención deliberada de sabotear cualquier esfuerzo dirigido a la búsqueda de la paz y la estabilidad regionales, que pasan, necesariamente, por cumplir la promesa de la solución de dos Estados.
Esta actitud criminal e irresponsable de Israel solo es posible por la impunidad con que cuenta y por el respaldo político, tecnológico, militar, financiero y material del gobierno de los Estados Unidos, cómplice del genocidio contra el pueblo Palestino y de cuanto ultraje al derecho internacional comete su protegido. Ambos deben rendir cuentas, sin demora, por estos actos.
Señor Presidente,
La forma en que la comunidad internacional haga frente a los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidos por Israel, contra Palestina y sus vecinos en la región, determinará en buena medida la credibilidad del sistema internacional actual y de los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas.
Como dijera nuestro Presidente respecto al genocidio en Gaza, Cuba no estará entre los indiferentes. Continuaremos defendiendo la paz, el derecho internacional y los derechos del pueblo Palestino, a quien reiteramos toda nuestra solidaridad.
Muchas gracias.