Señor Presidente:
El informe presentado sobre la República Socialista Democrática de Sri Lanka es un reflejo de las prácticas politizadas y selectivas que, lamentablemente, este Consejo ha impuesto contra países del Sur.
Cuba reitera su firme rechazo a los mandatos punitivos y parcializados que se establecen contra la voluntad del Estado concernido.
Este mecanismo, además, intrusivo y lesivo a la soberanía de Sri Lanka, ha demostrado ser totalmente irrelevante.
La única manera efectiva de promover y fortalecer los derechos humanos es mediante el diálogo constructivo y la cooperación genuina, basados en la imparcialidad, la no injerencia y el respeto mutuo.
Señor Presidente:
Ningún país está exento de retos, y ninguno tiene autoridad para considerarse un paradigma en materia de derechos humanos, y mucho menos, utilizarlos para estigmatizar Estados soberanos.
Es inadmisible la manipulación de los derechos humanos con fines políticos. Los pueblos del mundo necesitan menos injerencia y más cooperación y solidaridad.
Cuba reitera su firme rechazo a las acciones injerencistas que lesionan la soberanía de Sri Lanka y que en nada contribuyen a la noble causa de los derechos humanos.
Muchas gracias.