El principal ejemplo de la implementación y endurecimiento del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba ha sido la decisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos, de fecha 17 de abril de 2019, de permitir las demandas concebidas por el Título III de la Ley Helms-Burton, que entró en vigor en 1996, también conocida como la Ley de Libertad Cubana y Solidaridad Democrática (LIBERTAD). Todo esto a pesar de la oposición de los miembros del Congreso, incluidos los miembros republicanos, el sector empresarial, las diferentes organizaciones y la opinión pública de Estados Unidos que apoyan las relaciones económicas y comerciales mutuamente beneficiosas con Cuba.
La Ley Helms-Burton codificó el bloqueo contra Cuba y fortaleció su alcance extraterritorial, además de perseguir la imposición de un gobierno en Cuba que estaría directamente subordinado a los intereses de Washington, este acto buscó internacionalizar el bloqueo mediante medidas coercitivas contra terceros países, a fin de obstaculizar sus relaciones comerciales y de inversión con Cuba.
De hecho, con el aparente deseo de exigir una compensación o permitir que se presenten demandas en propiedades estadounidenses nacionalizadas en Cuba, realmente se presenta contra la inversión extranjera y el crecimiento económico de la isla.
Sus objetivos son ilegales y contrarios al derecho internacional y a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, incluidas las normas del sistema multilateral de comercio.
Hasta ahora, se han registrado ejemplos concretos de la implementación de este título de la Ley Helms-Burton, como las demandas presentadas contra Carnival Cruise Line ante el Tribunal del Distrito Sur de La Florida (Miami), alegando "tráfico" en la Terminal de Crucero en La Habana y el Puerto de Santiago de Cuba; y las demandas presentadas contra las entidades cubanas Gran Caribe, CUBANACAN S.A., Grupo de Turismo Gaviota S.A. y las empresas extranjeras Trivago (Alemania) y Booking.com (Holanda) por sus operaciones en los destinos turísticos cubanos Cayo Coco y Varadero.
(Tomado de la página web de la Embajada de Cuba ante las Naciones Unidas).