La Llama Eterna: El legado de Fidel Castro inspira a Zimbabwe y al mundo

Harare, 27 de noviembre de 2025 – El espíritu, las ideas, el coraje y el imponente legado de resistencia de Fidel Castro constituyen una llama inextinguible que ilumina el camino a quienes luchan por la auténtica independencia, la justicia y la dignidad humana, ponderó hoy la Cátedra que lleva su nombre, adjunta a la Universidad Midlands de Zimbabwe.

Nos unimos al coro de pueblos progresistas de todo el mundo para conmemorar solemne y decididamente el noveno aniversario del fallecimiento del Comandante en Jefe, faro eterno de la Revolución Cubana, resaltó Mafa Kwanisai Mafa, Coordinador de la Cátedra Fidel Castro.

En un artículo difundido en Zimbabwe, Mafa aseguró que Fidel no fue simplemente un jefe de Estado; fue un arquitecto revolucionario global, un filósofo de la liberación y la personificación del antiimperialismo inquebrantable.

La obra de su vida –enfatizó- se erige como un monumento colosal al principio de que una nación pequeña y decidida, unida por la convicción, puede mantenerse firme y no solo sobrevivir, sino prosperar frente a la agresión más poderosa y sostenida. El Faro del Antiimperialismo

Durante más de medio siglo, fue el rostro inquebrantable de la resistencia contra la dominación imperialista. Su desafío al colosal poder del Norte fue una lección poderosa y práctica para las naciones en desarrollo: la soberanía no es negociable. La Revolución Cubana, forjada en la Sierra Maestra y el triunfo de enero de 1959, marcó un hito que cambió para siempre el panorama geopolítico.

En opinión del también catedrático, cambió radicalmente la mentalidad del sur global, demostrando que un mundo diferente y más justo era posible. Esta lección resuena profundamente aquí en Zimbabwe, una nación que comprende el alto costo de la lucha antiimperialista y la necesidad constante de salvaguardar nuestra independencia económica y política.

 

Quizás la faceta más inspiradora de su legado –opinó en el artículo también publicado en modernghana- sea su profundo internacionalismo. Para Fidel y la Revolución cubana, la solidaridad no era un término político abstracto; era una acción concreta y sacrificada.

Cuba, a pesar de sus recursos limitados y del agobiante bloqueo económico estadounidense, envió su recurso más preciado, su gente, a todo el mundo para apoyar movimientos de liberación y brindar ayuda humanitaria. Este compromiso altruista se manifestó con mayor fuerza en el continente africano.

Ese compromiso – sentenció- aceleró directamente el fin del apartheid en Sudáfrica y garantizó la independencia de Namibia. Además de reflejarse durante nuestra propia lucha de liberación en Zimbabwe.

Mafa consideró que el Líder Histórico de la isla caribeña comprendió que la verdadera medida del éxito de una revolución no reside en el poderío militar ni en la acumulación de riqueza, sino en el bienestar y la superación de sus ciudadanos.

A pocos años de la Revolución, lanzó la Campaña de Alfabetización, movilizando a jóvenes voluntarios para enseñar a leer y escribir en los rincones más remotos del país que se declaró Territorio Libre de Analfabetismo en 1961, una hazaña sin igual para la mayoría de las naciones del sur global, incluso las mucho más ricas.

A pesar del bloqueo, Cuba desarrolló un sistema de salud universalmente accesible, gratuito y de primer nivel.

De acuerdo con el catedrático, nueve años después de su fallecimiento, el mundo se enfrenta a nuevas formas de presión imperialista, explotación económica y maniobras neocoloniales. La lucha a la que dedicó su vida está lejos de terminar.

Fidel Castro fue un gigante, un revolucionario intelectual cuya capacidad para conectar la teoría con la práctica fue extraordinaria.

Hoy, mientras millones de personas en todo el mundo repiten la sencilla y sincera frase: "¡Gracias, Comandante!", reafirmamos nuestra inquebrantable solidaridad con el resiliente pueblo cubano, que continúa defendiendo la dignidad a pesar de las continuas y criminales sanciones económicas, diseñadas para someterlos por hambre.

Llamamos a todas las fuerzas progresistas para que exijan el levantamiento incondicional del injusto bloqueo y la devolución del territorio ilegalmente ocupado de la Bahía de Guantánamo al pueblo cubano.

La vida de Fidel Castro Ruz es un legado inquebrantable. Es un compromiso con un futuro justo, equitativo y soberano para toda la humanidad.

La Cátedra Fidel Castro de Zimbabwe, concluye, renueva el compromiso con los ideales por los que Fidel vivió y luchó: el socialismo, el internacionalismo y la resistencia antiimperialista.

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