Tal argumento fue expresado por la delegada cubana en la segunda comisión Dalia Torres, al intervenir en el tema: Erradicación de la pobreza y otras cuestiones de desarrollo que tiene lugar en el Debate General de la 76 Asamblea General de las Naciones Unidas.
Torres dijo que, antes de la pandemia era insuficiente el ritmo y nivel de implementación con vistas a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030 y, en particular, la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones.
Agregó que no se podrá erradicar definitivamente la pobreza en todas sus formas y dimensiones, como aspira la Agenda 2030 si se continúan dedicando multimillonarios recursos en gastos militares que pudieran contribuir al desarrollo de nuestros pueblos; si se mantienen prácticas proteccionistas y unilaterales en las relaciones económicas, financieras y comerciales, en detrimento de los países en desarrollo.
Para erradicar la pobreza en todas sus formas y dimensiones –dijo la diplomática cubana-, tenemos que eliminar las causas fundamentales que crean y perpetúan el subdesarrollo. El actual orden económico internacional, injusto e insostenible, tiene un impacto creciente en la marginación de un número considerable de naciones del sur. Lo más lamentable es que los países en desarrollo, los más afectados, son los menos responsables de la crisis. Necesitamos de una nueva arquitectura financiera internacional, y una solución a largo plazo, amplia y sostenible al problema de la deuda de los países en desarrollo –amplió.
Torres concluyó reiterando el firme compromiso de Cuba en pos de contribuir a poner fin a la pobreza en todas sus formas y dimensiones y de seguir compartiendo con otros pueblos nuestro principal recurso: el capital humano creado por la Revolución cubana, así como sus mejores experiencias.
Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas
