En 1968 —el año siguiente de la caída en combate de Ernesto Guevara de la Serna— se publica en Cuba el Diario del Che en Bolivia. A aquella edición le faltaban 13 páginas que habían sido censuradas entonces por militares bolivianos.
Además de la omisión en el texto, había desconocimiento sobre el lugar donde estaban sepultados el combatiente argentino – cubano y sus compañeros de lucha.

«Creo que el Che estaría agradecido de que aparezcan (en el diario, n.r.) todos sus compañeros», subraya la destacada investigadora Adys Cupull Reyes, autora junto a Froilán González García de los libros De Ñacahuasú a La Higuera y La CIA contra el Che. Foto: Yaimí Ravelo
A mediados de los años 80 del siglo XX un equipo de especialistas cubanos recorrió la ruta boliviana que describe Guevara en su texto. Una de las investigadoras que trabajó en este proyecto es la reconocida autora Adys Cupull Reyes.
«Nosotros queríamos que fuera didáctico. El Che dice que comieron tatú y nosotros retratamos al tatú. Queríamos presentarles los animales que él mencionaba para que lo conocieran.
«Llevábamos cámaras. Ahí comenzamos a tirar fotos de los lugares.
A partir de este trabajo que hicimos, todo ese camino que él va trazando en su diario nosotros los fuimos siguiendo pero buscando y hablando con las personas.»
La investigación en tierras bolivianas tuvo el apoyo de los lugareños, quienes condujeron a Adys y a Froilán González García, también investigador, por intrincados parajes para que pudieran llegar a quienes tenían las respuestas a sus interrogantes.
«Esa es la importancia de gente humilde que por 30 años guardó ese secreto y cuidó el lugar donde estaban enterrados los cubanos y los bolivianos.»
LOS BOLIVIANOS NO TENÍAN LA CULPA
A comienzo de los 80 se reanudan los lazos entre Cuba y Bolivia. Es en este contexto que nuestra entrevistada llega a aquel país.
«Habíamos leído sobre el Che, pero solo conocíamos el diario que apareció en el 68. Teníamos el interés de conocer más, porque ya habíamos hecho investigaciones sobre Julio Antonio Mella y sobre Martí.
«Llegué con una sensación e imagen de que los bolivianos tenían culpa de lo que había pasado. Sin embargo, esta investigación me hizo conocer a Bolivia y saber cuánto habían sufrido.
«Hubo cosas que se hicieron en la investigación que si no es por el pueblo boliviano, no se pueden hacer. Ellos lloraron cuando se iban a llevar los restos. No querían que los trasladaran. Allí donde los guerrilleros estaban enterrados ahora hay piedras y un mausoleo.»
Como parte de la búsqueda fue necesario entrevistar a militares, que al momento del asesinato del Che, operaban en la zona próxima a La Higuera.
«Salvo los que por excepción decían que (el Che, n.r.) estaba enterrado, los militares que habían operado allí decían que lo habían quemado y esparcido. Era una versión oficial y contra esa versión oficial nosotros empezamos a investigar.
«Tuvimos la colaboración de mucha gente, de archivos que se abrieron, fotografías y documentos que nos entregaron. Eso nos alentó y nos hizo saber cómo eran ellos (los bolivianos, n.r.). No era como yo creía. No tenían culpa de nada. Habían sido víctimas.»
FIDEL PREVISOR
A partir de lo que el Che fue señalando en los apuntes que tomó entre 1966 y 1967, y de las visitas a lugares que menciona en su cuaderno, los especialistas cubanos corroboran que el texto publicado en 1968 con la introducción de Fidel Castro había sido mutilado.
«Nos dimos cuenta de que al diario le faltaban páginas. En la introducción Fidel lo señala cuando dice: ‘(…) no han llegado aún (…)’. ¡Qué provisor! Él sabía que iban a llegar.
«Cuando llegamos allá empezamos a hurgar entre los bolivianos, en las agencias de prensa como El Diario, en el periódico Presencia, que era muy leído, y resultó que ellos lo tenían publicado ya.»
Las imágenes, las acotaciones y las fotos que aparecen en la edición ilustrada del Diario del Che en Bolivia fueron hechas por Adys y Froilán durante su estancia en el país sudamericano en la década del 80.
«No solamente aparecieron los nombres y las fotos de los lugares, de las montañas, de las personas, sino también los mapas de donde hubo combate. Son mapas que trajimos de Bolivia. Aquí colaboraron con nosotros Harry Villegas, un sobreviviente, y Tamayo. Ellos verificaban y ratificaban. No fue una cosa hecha por una sola persona.
«En la búsqueda indicamos además de los lugares, los mapas y las fotografías; ampliamos las voces que aparecen en quechua, aimara y guaraní, buscamos los significados con las personas que lo hablaban en esas regiones porque fuimos acompañados en determinados momentos por un guía que sabía guaraní. Después un profesor de esa lengua nos explicó acerca de los vocablos.»
TERMINA LA MISIÓN
El año 1987 no solo significó el vigésimo aniversario del asesinato del Che en Bolivia, sino también el fin de la misión que Adys llevaba realizando en aquel país. Asegura que estuvieron por allá desde el 83.
Hace algunas precisiones para Granma Internacional sobre el término de la investigación: «Ya finalizando el 86 teníamos una serie de fotos. Creo que fue a principios del 87 que con todo aquello hicimos una maqueta. ¿Cómo podía ser el diario ilustrado de manera que se entendiera más? Ya teníamos fotos de los guerrilleros.
«Esa maqueta se la llevamos al comandante Juan Almeida porque él dirigía una comisión de temas históricos. Fue una conversación muy profunda. Él miró todo, hizo sugerencias y al final nos dijo: ‘Lo único que les pido es que sean consecuentes con lo que ustedes van a escribir y hacer’.
Y le dieron la tarea a la Editora Política para que hiciera la edición del diario. Trabajamos mañana, tarde y noche con entusiasmo y con deseo de saber y de dar a conocer los resultados.»
Finalmente en octubre de 1987 sale a luz pública la edición ilustrada del Diario del Che en Bolivia. Esta vez aparecen en él todas las páginas que traía el original.
«Por primera vez salieron las fotografías de cada uno de los guerrilleros. Todavía en los años ’80 no se sabía quiénes eran. Estaban los seudónimos, pero no se conocía el nombre. Incluso había algunos bolivianos que tuvieron que hacerles las fotos en el Departamento Central de Criminalística.
«Ahí estaban los que él decía que pertenecían en la vanguardia, en la retaguardia, los que habían quedado fuera porque habían entrado ahí pero no eran confiables y había que tenerlos aparte. Te das cuenta de la cantidad que eran. En total eran 50, pero se habían desplegado miles de soldados a su alrededor.»
Hasta la fecha el texto ha sido traducido al inglés, al italiano, al turco también y al ruso. Tiene tres ediciones, cuatro reimpresiones y sigue despertando interés entre los que admiran al inolvidable combatiente.
LA DIMENSIÓN INFINITA DEL CHE
El objetivo inicial de la investigación que llevó a Adys a suelo boliviano no era escribir sobre el Guerrillero Heroico; pero los datos que recopilaron, las entrevistas realizadas y los lugares visitados, proporcionaron material suficiente para hacer más de un libro.
Todas estas publicaciones no solo honran la memoria del hombre de proporciones épicas que fue Ernesto Guevara de la Serna, sino la de todos los que lo acompañaron entre 1965 y 1967 en lo que fueron sus últimos días como luchador internacionalista.
Uno de lo textos más conocidos es La CIA contra El Che, en el que una vez más los autores contaron con el apoyo de campesinos y de personas humildes «Tuvimos la osadía de publicarlo en el año 1992. Ese texto es uno de los más editados. Fue premiado por la Academia de Ciencias de Cuba y por el Instituto Cubano del Libro.
«En De Ñancahuasú a La Higuera se ve todo el dolor y todo el sacrificio de aquella gente humilde que no conocía nada de guerrilla. Ellos no sabían nada de lo que estaba pasando.
«En estos momentos está publicado un libro titulado El rescate, ya no es de De Ñacahuasú a La Higuera. Ahora es De La Higuera a Chile. Habla sobre los sobrevivientes, sobre cómo salieron esos hombres de allí, en medio de la selva, con todo aquello lleno de soldados. En este libro nuevo está una verdad. Fue publicado en Argentina. Todavía aquí no.»
La oportunidad única de haber estudiado de cerca los años finales del Che ha dejado una huella en la sensibilidad de Adys Cupull Reyes, quien a pesar de su vasto trabajo investigativo habla sobre Guevara desde una admiración ilimitada:
« Él se lo merece, no solamente él sino todos los que cayeron con él. Creo que el Che estaría agradecido de que aparecieran todos sus compañeros en el diario. Con ese ánimo lo hicimos, pensando que ese era su deseo.»
| LA HISTORIA DE ITA |
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| En 2017 también se cumple medio siglo de la muerte de Tamara Bunke, Tania la guerrillera, miembro de la guerrilla del Che. En homenaje a la destacada luchadora alemana se estrenará en el Festival Internacional de Cine Político de Buenos Aires el documental La historia de Ita. Este audiovisual va acompañado de un libro de la autoría de Adys Cupull y Froilán González, el cual es resultado de entrevistas realizadas a los familiares de los combatientes que acompañaron al Che en Bolivia. A propósito de este trabajo, Adys ofrece sus impresiones: «Van a salir en Bolivia y en Argentina el documental y el libro de Tania. Nosotros pensamos que para su tierra natal es necesario que ella vuelva y que vuelva como Ita, aunque sea Tania la guerrillera, que es como todo el mundo la conoce.» |