Queremos iniciar preguntando:
¿A quién se le ocurre prohibirle a un país, a un pueblo, a una nación, que compre y que venda lo que produce para desarrollarse? ¿A quién se le ocurre que puede condicionar al mundo para que se abstenga de establecer relaciones económicas, comerciales, financieras y políticas con determinado país, en igualdad de condiciones? ¿Quién pudiera pensar que es capaz de evitar que un Estado utilice la ciencia, la tecnología y la innovación para desarrollarse y mejorar las condiciones de vida de su población? Estas pudieran ser interrogantes absurdas, pero lamentablemente sí existen gobiernos, corporaciones y personas que, por su opulencia y sus aspiraciones de erigirse como gendarmes del Orbe, creen que su brutalidad y odio son valores y que todos debemos rendirles pleitesía y acatar sus designios.
Pues no, a estas alturas todo el planeta sabe que EE.UU. es el país que desconoce convenios internacionales y viola flagrantemente los derechos humanos de pueblos que osan negarse a seguir sus lineamientos, imposiciones y amenazas.
Hace 63 años un país decidió escribir su propio destino y despojarse del dominio imperial y capitalista, declarándose libre para construir su propia forma de Gobierno, sin ninguna injerencia extranjera. Ese pueblo que decidió construir su camino hacia el socialismo es CUBA y desde ese instante ha tenido que sufrir todo tipo de amenazas, atentados, invasiones, sanciones, campañas de desprestigio, falsedades, provocaciones y guerra sucia.
Pero ha sido el mismo pueblo cubano el que se ha desarrollado y resistido sin la tutoría del imperialismo norteamericano. Los daños han sido inmensos; sin embargo, la voluntad y las acciones emprendidas por el Gobierno cubano para contrarrestarlos expresan una decisión irreductible de mantener y desarrollar su proyecto social socialista, que hoy el mundo reconoce y respeta.
El bloqueo económico, comercial y financiero es un acto cobarde, genocida, desmedido, ilegal e ilegítimo contra Cuba, país que es ejemplo en muchas áreas, pero principalmente en la salud. En este sentido, es meritoria la labor de las brigadas médicas cubanas que están salvando vidas en el mundo, lo cual se ha ratificado en el contexto de la actual pandemia.
EE.UU, se equivocó con Cuba, los actos de guerra no doblegan a los pueblos, de eso estamos seguros. Cuba seguirá sosteniendo la verdad ineludible de que está por el buen camino: vive en una verdadera democracia participativa, con pleno respeto a los derechos humanos. Es conocido que ese hermano país es el único en Latinoamérica que no tiene analfabetos ni desnutrición infantil y que la calidad de vida de toda su población es la más alta de este continente.
Hoy se ha radicalizado el bloqueo, con la declarada intención de aislar, asfixiar e inmovilizar a Cuba y crear malestar en la población cubana para debilitar su decisión de ser soberanos y continuar por la vía socialista, tratando de restar apoyo a la Revolución. Nuevamente con Cuba se equivocaron, pero también se equivocaron con los pueblos de todo el mundo, quienes no claudicaremos jamás en nuestra solidaridad y acompañamiento a la heroica Cuba.
Le reiteramos al mundo que la Patria de Martí y de Fidel no está sola.
Hoy, 3 de febrero de 2022, se cumplen 60 años de que asumiera carácter oficial el bloqueo yanqui contra Cuba soberana y solidaria. Es este el sistema de sanciones económicas, financieras y comerciales más duradero de la historia de la humanidad.
Nosotros,integrantes del Movimiento de Solidaridad con Cuba en Ecuador, EXIGIMOS que se ponga fin de manera inmediata y sin condicionamientos al bloqueo y que se detenga el asedio e injerencia contra el noble y heroico pueblo cubano, que quiere desarrollarse como cualquier país del mundo.
¡BASTA DE ESE CRIMINAL BLOQUEO!
¡VIVA CUBA!
Quito, 3 de febrero de 2022