En el mismo escenario recordó que la isla, en medio de sus dificultades de índole económica provocadas principalmente por el cruel bloqueo económico, comercial y financiero que se le impone, de forma modesta y solidaria pudo brindar su colaboración con el hermano pueblo de Ucrania a travésdel “Programa Humanitario Tarará” con motivo del accidente de Chernóbil. Dicho programaposibilitóla rehabilitación de miles de infantes, víctimas de los efectos nocivos de las radiaciones atómicas.
Rivero Rosario destacó además que dicho programa ha tenido un importante impacto científico, puesto que la información obtenida ha sido difundida en importantes eventos y ha permitido a varios organismos internacionales del sistema de Naciones Unidas, como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el Comité Científico de las Naciones Unidas para el Estudio de los Efectos de las Radiaciones Atómicas (UNSCEAR), utilizarla en sus valoraciones.
Para finalizar el diplomático cubano reiteró la convicción de que la cooperación seria y amplia en el uso pacífico de la energía nuclear es el único camino que permitirá la eliminación de los peligros potenciales que representan las radiaciones ionizantes.
Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas.
