Nota póstuma a Carlos Romainville

Por Sergio González González, embajador de Cuba en Perú

Se nos fue Carlos y me quedaba la angustia de no decirle adiós, en medio de los trajines de la llegada de 4 brigadas médicas cubanas, a las que él hubiera dado la bienvenida calurosa y de cuyos integrantes hubiera tratado de obtener entrevistas esclarecedoras que hubieran puesto las cosas en su lugar ante los provocadores y tercos ataques de algunos elementos de la derecha recalcitrante. Me han llegado mensajes de varios países para que traslade las condolencias y simpatías de los muchísimos amigos y hermanos de causa a Betty, sus familiares y quienes integran Alfa y Omega, así como al colectivo de Radio Cielo. Son expresión de lo que representa su pérdida, tan inesperada como sensible.

Sirvan estas líneas como mi modesto homenaje al amigo de tertulias y hermano de luchas.

De Carlos me queda la impresión de sus cualidades como activista, indisolublemente ligado a Radio Cielo, y el recuerdo de subir por una angosta escalera hasta su muy austera cabina de trasmisión, que no tenía ni el empaque ni la rutilancia de los estudios de los grandes circuitos habituales de la desinformación; pero rebosaba la dignidad del combate por las causas justas. Me queda la impresión de una entrevista larga, inteligente, bien articulada, conducida por un hombre leal a su pueblo, a la verdad y la justicia, al que le ofrecí mis respuestas y reflexiones sinceras, para corresponder a su altísimo decoro.

Y me queda la impresión de su compromiso internacionalista, que hacía honor al apotegma versado de Martí: “con los pobres de la Tierra / quiero yo mi suerte echar”.

Descansa en paz, hermano. Recogemos tu legado con ánimos renovados y la misma pasión de lucha que te acompañó. Venceremos.

Lima, 10 de junio de 2020.

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Solidaridad
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