Sr. Presidente,
El bloquo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba por casi seis décadas es el sistema de medidas coercitivas unilaterales más dilatado e implacable que se ha aplicado contra un país a lo largo de la historia.
En el período transcurrido desde el anterior Examen de Política Comercial de Estados Unidos, en diciembre de 2018, hasta la fecha, la política de bloqueo contra Cuba se ha recrudecido, tanto en el ámbito bilateral como en el multilateral, por el alcance creciente de sus implicaciones extraterritoriales.
El impacto extraterritorial del bloqueo lesiona también la soberanía de los países que ustedes representan por su marcado efecto extraterritorial; somete a sus nacionales a las decisiones de tribunales estadounidenses a tenor del Título III de la Ley Helms-Burton, viola los derechos de sus empresarios, persigue y penaliza transacciones comerciales lícitas y con arreglo a las normas de comercio internacional entre sujetos que no están sometidos a la jurisdicción de los Estados Unidos e impide el acceso a sus puertos de los barcos de terceros que atracaron en Cuba.
Por tanto, es falaz afirmar que el bloqueo económico, comercial y financiero que impone Estados Unidos a Cuba es “una cuestión bilateral que no debe ser discutida en foros multilaterales”, argumento que ha utilizado la representación de Estados Unidos en esta sala, a preguntas formuladas en ocasiones de exámenes anteriores de sus políticas comerciales. El bloqueo viola el derecho internacional y el derecho del pueblo cubano al desarrollo.
El voto a favor de la resolución titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba”, aprobada en noviembre pasado, en la Asamblea General de las Naciones Unidas por tres décadas consecutivas, es expresión de la voluntad mayoritaria de la comunidad internacional contra esa política.
El bloqueo, además, perjudica intereses de empresas estadounidenses que desean realizar negocios con entidades cubanas en condiciones normales. En particular, a sus exportadores de productos agrícolas, el gobierno estadounidense, por ley, les impone condiciones que los sitúa en desventaja respecto a sus competidores de otros países, cuando les impide ofrecer facilidades de financiamiento y les obliga al cobro anticipado en sus ventas a Cuba.
Estados Unidos ha continuado arremetiendo también contra socios comerciales tradicionales de otros países, imponiendo medidas arancelarias a diferentes productos, con el único argumento de la seguridad nacional, mientras insiste en que los demás Miembros deben cumplir con sus compromisos de los Acuerdos de la Organización. Es el mismo argumento utilizado para perpetuar la madeja de leyes del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra un país en desarrollo, Cuba.
Sr. Presidente,
Los Estados Unidos continúan promoviendo un proyecto de decisión sobre procedimientos para aumentar la transparencia y fortalecer las prescripciones en materia de notificación previstas en los Acuerdos de la OMC.
El proyecto de decisión a ser adoptada por el Consejo General, persigue esencialmente reforzar el monitoreo de las notificaciones, sin tomar plenamente en cuenta las dificultades de los Miembros de menos desarrollo de esta casa.
¿Acaso el Gobierno de Estados Unidos ha notificado detalladamente a las diferentes instancias de la OMC toda la madeja de regulaciones del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba desde su establecimiento hasta la actualidad, incluidas la Ley de 1992 (Ley Torricelli); la Ley Helms-Burton firmada el 12 de marzo de 1996, entre otras; así como las medidas recrudecidas durante la administración de Donald Trump aún vigentes? Si profundizamos en el cumplimiento de las obligaciones de notificación por parte del Gobierno de Estados Unidos de las disposiciones sobre el bloqueo contra Cuba y otras, se evidenciaría el sostenido incumplimiento de sus obligaciones como Miembro de la OMC.
Lo justo y oportuno sería que con la propuesta Estados Unidos contribuyan a mejorar el sistema de notificaciones y transparencia, creando capacidades y ofreciendo asistencia técnica a los países en desarrollo, y en particular a los países menos adelantados que lo requieran.
El bloqueo recrudecido en extremo continúa siendo el elemento central que define la política de los Estados Unidos hacia Cuba.
Como hemos exigido desde hace ya más de seis décadas, Cuba reclama a los Estados Unidos a eliminar de una vez y por toda su política discriminatoria e injustificada de bloqueo contra Cuba, y en su lugar, a restablecer un comercio justo y equilibrado con nuestro país, de acuerdo con las normas y regulaciones de la OMC.
Muchas gracias