Quito, 28 de enero de 2023
Excelentísimo Embajador de la República de Cuba Basilio Gutiérrez
Señoras y señores:
El día de hoy que se cumplen 170 años del nacimiento del apóstol de la independencia cubana, José Julián Martí Pérez, la cátedra Fidel Castro, rinde homenaje a uno de los más nobles hijos de Cuba; que dedicó desde la adolescencia, su existencia, pensamiento y acción a la libertad de su patria. Ofrendó su vida combatiendo contra las fuerzas colonialistas españolas en Dos Ríos, a la edad de 42 años, en la plenitud de su actividad.
¡Cuanto más hubiera legado a su patria, a América y a la humanidad de su portentoso pensamiento si su muerte no hubiera sido tan prematura!
José Martí, hijo predilecto del heroico pueblo cubano, pueblo al que el generalísimo Máximo Gómez, en su texto “Mi Escolta”, dejó consignado este pensamiento:
"La historia de la guerra de la independencia de Cuba, o la historia militar de los cubanos, o bien la lucha cruenta por la emancipación de un pueblo de esclavos -que todo viene a decir la misma cosa- es sin duda una de las más bellas leyendas que se pueden legar a nuestros hijos y a los hijos que vengan después".
Este hijo predilecto del pueblo cubano desde la adolescencia sintió el llamado de la patria. A los 17 años fue detenido y engrillado por sus escritos y acciones contra el colonialismo, luego deportado a España a los 18 años. En España estudio en las Universidades de Madrid y Zaragoza donde se licenció en Derecho. En 1874 pudo regresar a América; estuvo en México, Venezuela, Guatemala y Estados Unidos.
En 1978 pudo volver a su patria donde reemprendió sus actividades revolucionarias que nunca las abandonó ya que, en 1892, en Estados Unidos donde permaneció 15 años, fundó el Partido Revolucionario Cubano y trazó su plan para regresar y levantar en armas a su Patria. Después de redactar el Manifiesto de Montecristi que contenía el programa revolucionario, siendo Martí el jefe civil de la revolución y Máximo Gómez el jefe militar, desembarcaron el 11 de abril de 1895 en Playitas.
En esta etapa de la revolución por la independencia de Cuba, José Martí, Máximo Gómez, Antonio Maceo y Calixto García, como señala la historia, fueron el verdadero nervio de la independencia que se inició con el grito de Baire el 24 de febrero de 1895.
A su labor central revolucionaria Martí unió otros entendimientos y dedicaciones: entre otros saberes, capacidades y talentos fue organizador, filósofo, poeta, economista, historiador, literato y tribuno político. Testimonio de esta capacidad creadora está en sus numerosos escritos, en su primera revista Patria Libre, en el periódico Siboney (nombre que antes se le daba a Cuba), Nuestra América, el Manifiesto de Montecristi, La Edad de Oro, Ismaelillo, Versos sencillos, cuentos infantiles, y el Poema Niágara que lo consagra como uno de los precursores del modernismo.
Después de los episodios en la contienda por la independencia, Cuba fue sometida a la dependencia neocolonial y cayó en manos de gobiernos indeseables como la tiranía de Batista; que hundieron a Cuba en una oprobiosa dependencia y corrupción. Se le concedió la independencia formal en 1902, con bases navales norteamericanas y con la enmienda constitucional impuesta que le concedía a Estados Unidos el derecho de intervenir en Cuba; no sin antes intentar comprar la isla a España.
A los 100 años del nacimiento de José Martí surgió una nueva generación de revolucionarios llamada la generación del Centenario. Liderada por Fidel Castro y el Movimiento 26 de Julio, que bajo la inspiración política y moral de José Martí, emprendieron la gigantesca tarea de liberar a su patria del neocolonialismo y de su instrumento político al interior de Cuba, la tiranía de Fulgencio Batista.
El triunfo de la revolución cubana bajo el liderazgo y conducción de Fidel Castro significó el inicio de la plasmación de los ideales de José Martí y del programa presentado en el alegato de Fidel: "La historia me absolverá". Luego de la invasión de Playa Girón por los mercenarios financiados y respaldados por Estados Unidos (tal como consta en documentos desclasificados y en declaraciones de John F. Kennedy), Fidel Castro proclamó el carácter socialista de la revolución cubana, ensamblando de esta manera la liberación nacional con el socialismo.
Tal como lo previó en uno de sus escritos José Martí, ante la verdadera independencia de Cuba, la reacción del imperio iba a ser implacable. Es así que Cuba vive ya 62 años de un bloqueo genocida, contrario a toda norma de derecho internacional e incumpliendo el reiterado voto de la comunidad internacional en la ONU para que se levante el bloqueo.
Lo hemos dicho y hoy lo repetimos, el bloqueo es una guerra de baja intensidad que incluye la guerra ideológica y psicológica, con dos objetivos centrales: impedir el desarrollo de Cuba, empobrecer a su sociedad para proclamar que el socialismo no es ni viable, ni un ejemplo a seguir por los pueblos; y segundo, provocar la insurgencia interna sobre el descontento para derrocar al gobierno.
En estos dos objetivos, a pesar de los enormes costos sociales y humanos sufridos por Cuba, los sucesivos gobiernos de Estados Unidos no han podido contra la voluntad, la disciplina y conciencia cívica y revolucionaria alcanzada por el pueblo cubano legados por Martí y Fidel. Tampoco han impedido que la revolución cubana exhiba hoy los mayores logros en salubridad, educación, deportes, artes y otras actividades que ningún otro país de América puede exhibir.
Hoy todo el pueblo cubano como su gobierno, y en este acto solemne los ecuatorianos junto a la embajada de Cuba, recordamos a José Martí para mantener vivo el recuerdo de quien entendió su vida como una lucha permanente al servicio de la libertad y la dignidad de su patria.
¡Martí vive!
¡América despierta!
¡América vigila!
¡Viva Cuba libre sin bloqueo!
Embacuba Ecuador