La Universidad de Cork fue el escenario de la conmemoración nacional que recuerda a las víctimas de la gran hambruna, que azotó a Irlanda a mediados del siglo 19 y que causó más de un millón de fallecidos y obligó a la más grande emigración que haya conocido la llamada “Isla Esmeralda”. Su población se redujo en más de dos millones y medio de personas y aún hoy Irlanda tiene menos población que en 1850.
La emotiva ceremonia de conmemoración fue liderada por Michael D. Higgins, Presidente de Irlanda y contó con la presencia también de Simon Coveney, Tánaiste y Ministro de Relaciones Exteriores y Comercio, entre otros representantes del Gobierno y las autoridades locales.
Tras la tradicional ofrenda depositada por el Presidente Higgins y los honores militares en recordación de las víctimas de la gran hambruna, los embajadores acreditados fueron invitados también a depositar una ofrenda de recordación en nombre de sus respectivos pueblos y Gobiernos, como símbolo de la solidaridad internacional frente a graves desastres.
El Presidente Higgins en su discurso señaló que hoy existe la capacidad de anticipar y prevenir la amenaza de la hambruna, pero sin embargo millones de personas viven en condiciones de hambre extrema o evitable. Pidió un compromiso renovado para apoyar a todas las personas vulnerables del mundo y aseguró que no podrían mantenerse los compromisos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo Climático de París, si nos mantenemos indiferentes ante los millones de seres humanos que sufren hambre en el mundo.
Memorial a las víctimas de la gra hambruna, Dublin.
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