Partido Comunista de Suecia saluda la memoria del ataque al cuartel Moncada

En la embajada de Cuba en Estocolmo se prestó atención este sábado al aniversario del ataque al cuartel Moncada en Santiago de Cuba. Fue el punto de partida del movimiento que luego derrotaría al dictador Batista e instauraría el socialismo en la isla caribeña.

El 26 de julio de 1953, un centenar de rebeldes atacaron un cuartel militar en la ciudad de Santiago de Cuba, en la costa sur de Cuba. El ataque fracasó, pero sin embargo se convirtió en el punto de partida del movimiento rebelde que seis años después derrotó al dictador cubano Batista.

Andreas Sörensen, presidente del Partido Comunista de Suecia, participó en el evento y pronunció un saludo breve, que Riktpunkt publica en su totalidad a continuación.

“136 rebeldes, sólo 54 más que los que partieron en el Granma y tres años después desembarcaron en lo que entonces era la provincia de Oriente. Tantos lanzaron el ataque al cuartel de Moncada el 26 de julio; prueba de que la grandeza no está determinada por los números.

El ataque en sí fracasó. 61 rebeldes fueron asesinados. Muchos fueron encarcelados. Como ataque, difícilmente un éxito. Como leyenda, inmortal.

Cuando Fidel y los demás rebeldes prepararon y llevaron a cabo su ataque, difícilmente podrían haber imaginado el papel que jugaría el ataque y la inspiración que le daría no solo al pueblo cubano, sino a todos los pueblos oprimidos del mundo.

Vale la pena repetirlo: el ataque al cuartel Moncada es una prueba de que la grandeza no la determinan los números. Se determina por convicción. Está determinado por la voluntad. Es una lección que hacemos bien en llevar con nosotros, que necesitamos hoy.

El futuro no parece tan esperanzador como antes. Los capitalistas en diferentes partes del mundo hacen sonar sus tambores de guerra cada vez más fuerte y la lucha por las ganancias sumerge a un país tras otro en la guerra, la pobreza y la miseria. Las crisis se suceden y las cargas las cargan en todo el mundo los trabajadores, que con menos sueldo tienen que pagar más para poder vivir.

El movimiento revolucionario es pequeño, quizás más pequeño que nunca. Sin embargo, no sólo en los números se mide nuestra grandeza, sino también en nuestra convicción, en nuestra voluntad. No conoce límites y el nuevo mundo está creciendo en nuestros corazones.

Tres años después del ataque al cuartel Moncada, 82 rebeldes desembarcaron en el oriente cubano. Tres años después eran 30 000 y tomaron La Habana. Muchos sucesos se han producido, y mantenemos nuestras convicciones.

Los rebeldes del cuartel Moncada nos muestran otro futuro, otra posibilidad. Lo que pasó con los cuarteles después de la revolución es revelador; se convirtió en una escuela. Es posible acabar con el hambre, las guerras, la pobreza y la degradación de los pueblos de todo el mundo. Se hizo en Cuba y se puede hacer en otros lugares.

Eso es lo que significa el asalto al cuartel. Un nuevo mundo, nada más, nada menos.

Tomado de Riktpunkt

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