El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, comenzó este jueves en la empresa de cultivos varios del polo productivo de Laguna Blanca, en Contramaestre, Santiago de Cuba, una visita gubernamental a esa provincia, primera de la segunda vuelta de las visitas del Consejo de Ministros por todo el país.
William Hernández, delegado de la Agricultura en Santiago de Cuba, explicó la estrategia en los tres polos productivos de la provincia: Laguna Blanca, en Contramaestre; El Alambre, en San Luis, y Los Reynaldo, en La Maya.
En el lugar, directivos intercambiaron preguntas y respuestas con Díaz-Canel Bermúdez y los dirigentes de la provincia, Lázaro Expósito, primer secretario del PCC, y Beatríz Johnson, presidenta del Poder Popular. También participan los ministros de Economía, Alejandro Gil, y de Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero.
En la planta de beneficio de café de Contramaestre, donde se procesa el 63 por ciento de todo el café que se cultiva en el oriente cubano, Díaz-Canel dialogó con Felipe Martínez, director de la Estación Experimental de Café del Tercer Frente, el municipio mayor productor del grano en Santiago que ostenta el mismo récord como provincia.
Según se afirma por aquí, es el hombre que llevará a Cuba a dejar de importar café, un dato que duele comentar, considerando que una vez fuimos exportadores del grano y enseñamos a cultivarlo en países del que lo importamos hoy, como Vietnam.
Díaz-Canel “perdido” en la multitud que salió a saludarlo a su paso por el Consejo Popular de Maffo, en Contramaestre. Aquí le llaman Canel y le dan vivas a su gestión y a la Revolución de una manera espontánea. Foto: Arleen Rodríguez Derivet/ Cubadebate.
De acuerdo con el delegado de la Agricultura, el 73 por ciento del territorio de Santiago de Cuba está en zonas montañosas, y de las tierras cultivadas solo el 8 por ciento está bajo riego.
Los polos productivos, que agrupan tierras estatales, cooperativas y privadas integradas bajo el principio de aprovechar más eficientemente los recursos humanos y materiales y cerrar ciclos de producción, deben encaminar al territorio al propósito nacional de aportar estatalmente unas 30 libras de viandas, hortalizas y granos y unos cinco kilogramos de cárnicos por habitante.
La provincia ha logrado alrededor de 22 libras del primer renglón y en las proteínas aún está por debajo de dos kilogramos por habitante. No obstante, es de las provincias con mejor producción de carne porcina.
El percápita es mensual, por supuesto. Un detalle: producir en el sur oriental es más costoso y arduo que en el resto del país. Los suelos son menos bondadosos y el clima más duro durante todo el año.
Es difícil encontrar en toda la región oriental, las prósperas casas que se levantan en los campos del occidente cubano y escasea la mano de obra dispuesta a laborar la tierra.
En ese contexto, resulta estimulante detenerse en los detalles, algunos tan alentadores como el que nos dio en aparte William Hernández: hace menos de una década, cuando comenzó su tarea en la dirección del Minagri en Santiago, la provincia tenía más de 70 mil hectáreas de tierras ociosas. Hoy quedan menos de 8 mil, un cuarto de ellas con marabú. Unas 33 mil ha, han sido entregadas a productores privados, a los cuales, según William, se les chequea si producen. Si no lo hacen, deben entregarlas.
Sobrevolando Santiago de Cuba, quienes visitamos con frecuencia la provincia durante toda nuestra vida, advertimos el cambio: donde antes todo era árido, seco e improductivo, la tierra ahora se advierte labrada, sembrada, regada. El camino al autoabastecimiento, a la producción para exportar, a la prosperidad, es difícil de recorrer y ha sido largo en el tiempo. Pero se va avanzando. Lo estamos viendo tras las huellas de Díaz-Canel, que va mostrando aquí, preguntando allá, buscando, junto al Consejo de Ministros, la prosperidad que nos debemos, con un entusiasmo y una fe en el pueblo, que contagia y convence.
Díaz-Canel llega al Instituto Superior Politécnico Julio Antonio Mella, uno de los campus de la Universidad de Oriente. Foto: Arleen Rodríguez Derivet/Cubadebate.
A su llegada a la sede Julio Antonio Mella de la Universidad de Oriente, en la ciudad de Santiago de Cuba, lo primero fue el saludo a los estudiantes. Lo reciben el ministro del MES, José Ramón Saborido, Diana Sedal, rectora de UO y parte del claustro del centro.
Díaz-Canel recuerda, en la sede Mella, que fue aquí donde surgió la idea de vincular directamente a los ministros con las universidades en el inicio de estas visitas hace un año.
Del Consejo de Ministros, la mayoría, muchos de los cuales participan en la visita, ya pasaron por esta sede, excepto Alejandro Gil, de Economía y Planificación, que ahora mismo explica la necesidad de que la Ciencia contribuya a resolver nuestra incapacidad exportadora y el déficit histórico de un instrumento fundamental para el crecimiento económico: el encadenamiento productivo.
“Este problema tiene mucha ciencia que ya está avanzada en el mundo y falta preparación hoy en nuestro empresariado”.
A la salida de la sede universitaria Mella, Díaz-Canel saluda nuevamente a los estudiantes y les cuenta que hoy han pasado por la Universidad de Oriente unos 18 ministros. Lo fundamental: que las universidades aporten sus potencialidades al desarrollo local, al encadenamiento productivo y a la exportación.