La compleja situación por la que atraviesa Cuba y las acciones para reimpulsar su economía centraron hoy el diálogo entre el primer ministro, Manuel Marrero, y una representación de los colaboradores de la isla en Angola.
El jefe de Gobierno ofreció una exhaustiva explicación del panorama de la nación caribeña, marcado por el impacto del bloqueo económico de Estados Unidos y la aplicación de más de 243 medidas coercitivas, entre ellas la inclusión en la lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.
Manuel Marrero detalló cómo esta mentira dificulta en extremo el acceso cubano al sistema financiero internacional, a lo que se suman los efectos nocivos de la pandemia de la Covid-19, que dejó grandes pérdidas y afectó sectores como el turismo, que no logran recuperarse del todo.
Se refirió a los problemas con la generación eléctrica, la adquisición de insumos para la agricultura y otros sectores de la economía, así como al reto de la dinámica demográfica del país, con un acelerado envejecimiento de la población y nacimientos por debajo de la cifra de fallecidos cada año.
El primer ministro comentó algunas de las acciones, como los complejos trabajos para lograr una estabilización macroeconómica, además de medidas para detener la inflación, generar mayores ingresos en divisas, incentivar la producción nacional y las exportaciones.
Igualmente habló de los programas sociales implementados, como el relacionado con el adelanto de la mujer y contra la violencia de género; así como la lucha contra la corrupción y el contacto cercano de los dirigentes con el pueblo.
Acompañado por el general de cuerpo de Ejército y Héroe de la República de Cuba, Ramón Espinosa, y funcionarios de la diplomacia de la nación caribeña, el jefe de Gobierno también hizo alusión a las preocupaciones de los colaboradores, las cuales demostró conocer en detalle.