El Colectivo Violeta Feminista quiere levantar su voz en solidaridad con el pueblo de Cuba y muy especialmente con sus mujeres y esa Federación histórica y valiente que las representa. Vaya para ellas nuestro apretado abrazo.
Nos emocionaba tremendamente ver en las fotos de las manifestaciones que ayer el pueblo cubano realizó en apoyo a su revolución y su legítimo gobierno. Allí la imagen de Vilma Espín en las banderas de la FMC nos llenaba de orgullo y conmocionaba nuestros corazones, porque dejaron bien claro que esas calles son de Fidel, de Raúl y de Vilma revolucionaria eterna.
Sabemos que la mujer cubana en tanto que mayormente responsable social de los cuidados, es especialmente afectada por el criminal bloqueo. Que la mujer trabajadora sufre cotidianamente la violencia de la escasez que el bloqueo provoca en sus trabajos y la tensión constante por sacar el país delante de todas maneras, más la problemática acrecentada en sus hogares en tiempos de pandemia. Hace 60 años que sufre esa violencia, hoy con cientos de acciones nuevas que lo arrecian y es ejemplo de resiliencia ante ese crimen de lesa humanidad.
Más de 2 millones de twitters provenientes de EEUU son el saldo de estos días, la prepotencia del imperio no tiene límites. Como cuando el golpe de Estado en Bolivia, o en Brasil, inundan las redes para provocar inestabilidad y así un golpe blando o una invasión directamente, según los pocos manifestantes de la oposición (no llegaron a 5 mil en toda la Isla) lo solicitaban. “Intervención humanitaria” le llaman, intervención que en Serbia por ejemplo causo 2500 muertos y 10 mil heridos. ¿Puede pensarse que ama a su país quien pide una barbarie de este tipo?. ¿Dónde estaban cuando el gobierno de EEUU impedía la entrada de un Buque Chino con insumos para atender la pandemia? ¿Dónde, cuando impide a empresas norteamericanas transferir remesas familiares? ¿O cuando trataron de impedir la entrada de buques con petróleo? En Colectivo no nos dejamos confundir y aquí estamos junto al pueblo y particularmente a las mujeres cubanas.
Sabemos también de su capacidad solidaria, brindándonos ayuda medica gracias a la cual más de 100 mil compatriotas recuperaron la vista, el centro de prótesis, aquel programa “En el país de Varela: Yo si puedo seguir” que nos ayudo a eliminar el analfabetismo, y cuando en épocas de represión y dictadura brindó asilo a cientos de uruguayas y uruguayos. Nosotras no olvidamos, pero el mundo tampoco.
Abrazo sororo a nuestras hermanas cubanas, por el derecho a la autodeterminación de los pueblos y contra la prepotencia del imperio, y muy especialmente ¡Arriba la FMC!
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