COORDINADORA POR LA PAZ, LA SOBERANÍA, LA INTEGRACIÓN Y LA NO INJERENCIA
PLAYA GIRÓN
La invasión de Bahía de Cochinos, también conocida como invasión de Playa Girón, fue una operación militar en la que tropas paramilitares de cubanos exiliados, apoyados por el gobierno de Estados Unidos, invadieron Cuba en abril de 1961, tratando de imponer una cabeza de playa desde donde reclamar la ayuda y soporte norteamericano; apenas dos años y pico después de la toma barbuda de la Habana. Hecha con el imperial afán, apresurado y permanente, de destruir cualquier movimiento que implique el crecimiento y desarrollo de los pueblos. En lenguaje coloquial, los quisieron madrugar.
Aquella peligrosa situación fue superada, para la pervivencia de la patria cubana, por la conciencia y la heroicidad del pueblo y su liderazgo, donde el brillo de la figura de Fidel en el campo de batalla, compitió con el resplandor de los cañonazos
Este es un tema muy sencillo de comentar para mí, lo viví en mi niñez con cierta intensidad. Tenía 9 años de edad, ya me había despertado años atrás a la lectura y también a la política desde el año 57- 58, cuando el movimiento cívico militar depuso, tras heroicas páginas, al dictador Pérez Jiménez en Venezuela, creando un ambiente de efervescencia y amplias esperanzas en los diferentes estratos de la sociedad.
Aún no terminaban las celebraciones del referido acontecimiento histórico, cuando en Cuba se desarrollaban los sucesos culminantes de aquella odisea que comenzó al zarpar el yate Granma del puerto mexicano de Veracruz un 25 de noviembre de 1956, llevando en su cubierta a 82 patriotas con un solo sueño y terminaría dos años después el 31 de diciembre de 1958 con el triunfo de la Revolución.
Aquellos hechos reclamaron la atención del público todo aquel siguiente año, incluso los niños, día a día con adhesión y solidaridad publica y gubernamental. Celebrando desde el amanecer de aquel nuevo año, el triunfo de la revolución cubana, brindando con Cubas libres (Hielo, gotas de jugo de limón, 2 o 3 gotas de amargo de Angostura, ron añejo y Coca Cola) como aprendí, sin poder probar, desde aquella fecha del primero de enero de 1959.
Aquel año los niños caraqueños nos disfrazamos de Fidel en carnaval y pocos meses después, con campaña mediática de por medio, fuimos sorprendidos al llegar a nuestra casa del colegio, con la noticia y la conmoción que causaba el desembarco de playa Girón, sorpresa justificada por ser una época de mucha ingenuidad política.
Movimiento bélico que, empezando, comenzó a desinflarse, por el nulo apoyo de la población local que derivaría, de haberse producido, en la incapacidad de una defensa efectiva. Soporte que daban por descontado los promotores imperiales, para traer el triunfo de sus propósitos o mejor dicho apetencias.
Según recuerdo al día siguiente las expectativas de triunfos de unos y los temores de contrarrevolución de los otros, se habían debilitado. Ya que la reacción rápida y contundente de la dirigencia y el pueblo cubano, evito que la invasión tomara cuerpo, hasta pocos días después en que fue totalmente aniquilada.
¿Cómo una pequeña isla poco habitada y débilmente armada, pudo ofrecer tal resistencia y obtener tal éxito? Muchos factores confluyen para estos resultados, los cuales en la historia moderna se han repetido ante los ataques imperiales a pequeños países. Pero hay uno que no ha abandonado el escenario y que siempre fue decisivo: la incapacidad de nuestros enemigos para entender las enormes reservas de conciencia e inteligencia con las que el pueblo siempre heroico está equipado para defender su soberanía.
Desde Corea y Cuba en los 50, pasando por Vietnam, Argelia y Angola, hasta el presente con Afganistán, Nicaragua, Venezuela y un continuo etc. de países que, con todas sus pequeñeces y debilidades, han podido vencer al poderoso invasor en muchas decisivas batallas, gracias a la subestimación, al menosprecio que sienten por todos aquellos que no tienen el color de su piel.
A los rusos desde las invasiones de Napoleón y Hitler se les reconoce tener un general imbatible, que los protege del invasor: “El General Invierno”. Nosotros los países pequeños, sin grandes recursos, de color de piel extraño, como dice la canción. También tenemos un general que nos protege, aunque actué infiltrado en las filas enemigas y al que le debemos gran parte de nuestros éxitos, debemos reconocerlo, se llama “General Desprecio”, quien con su Subestimación le impide al enemigo prosperar en sus afanes de subyugarnos, quien más que un guerrero parece un santo que nos protege del mal.
Este elemento decisivo y secreto, lo continuara siendo mientras los anglosajones o cualquier otro racismo trasnochado, vean con desdén al resto del género humano y a sus indispensables realidades culturales. Poniéndole solo atención al otro cuando lo ve como mercancía.
Playa Girón fue una batalla en una guerra, la cual ha durado para Cuba desde que la revolución triunfó, pero en aquel momento decidía la vida o la muerte y porque triunfó la vida podemos ver hacia atrás casi 7 décadas y vislumbrar al camino transitado, el de la revolución, el de la dignidad.
¡Viva playa Girón!
¡Viva el pueblo cubano!
¡Viva y siga invicto Fidel!
Fernando García.
Quito, 19 de abril de 2023