Réplica del Embajador Rafael Dausá Céspedes al articulo Venezuela Duele, publicado por El Telégrafo

Estimado Fernando Larenas: mucho agradecería que la carta que adjunto se publique como réplica al artículo escrito por la Sra. Cecilia Velasco y publicado por El Telégrafo el pasado día 24 de febrero en su sección Ideas y Debates. Agradezco también que en esta oportunidad la publicación de la réplica no demore como en otras oportunidades. Gracias de antemano.

Saludos,

Rafael Dausá

Embajador de Cuba

 

Carta al Editor:

 

Venezuela duele de verdad.

 

El pasado sábado 24 de febrero, los cubanos conmemoramos el 123 Aniversario del inicio de la Guerra de 1895, segunda contienda por la independencia de Cuba contra el coloniaje español, que fuera organizada por José Martí. Ese mismo día, El Telégrafo publicó un infortunado artículo de opinión firmado por la Sra. Cecilia Velazco que no solo agrede a Venezuela, a Ecuador, sino también a Cuba,  a su revolución histórica y específicamente a la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro.

Estoy convencido que la Sra. Velasco, desconoce la profunda amistad que unió a García Márquez, Chávez y a Fidel. Si la hubiera conocido habría entendido no solo las palabras del Gabo hacia estos dos líderes latinoamericanos, sino la propia relación que existió entre estos tres grandes de “Nuestra América”, queridos por todos los pueblos oprimidos de nuestro continente y odiados, por supuesto, por las oligarquías despóticas latinoamericanas y por los gobiernos estadounidenses.

Fidel y Chávez han entrado a la historia latinoamericana por derecho y méritos propios, por haberse enfrentado con valentía al imperialismo y sus lacayos, que han intentado y continúan intentando dominarnos. Han entrado en la historia además, por haber construido para sus pueblos, un futuro de justicia social y esperanza, sin precedentes en la historia de Latinoamérica.

Habría que aclararle a la Sra. Velasco que esos que ella llama “disidentes reprimidos a sangre y fuego”, no son otra cosa que vulgares agentes y delincuentes  que han actuado en Cuba al servicio del gobierno de una potencia extranjera, los Estados Unidos. Se trata de personas que a cambio de una visa para emigrar a EE.UU. o de una cantidad de dinero, son capaces de hacer cualquier cosa contra su país y su pueblo. Habría que decirle a la Sra. Velasco que los “disidentes” (léase delincuentes) que han sido sancionados en nuestro país, lo han sido después de un juicio en el que han contado con todas las garantías establecidas en nuestra legislación, han contado con un abogado de defensa y no han sido condenados, en ningún caso, por su forma de pensar, sino por haber cometido algún delito recogido y contemplado en el Código Penal cubano.

Los gobiernos de Cuba y Venezuela, como cualquier otro gobierno del mundo, tienen el legítimo derecho de defenderse de las agresiones que reciben y más cuando estas son orquestadas por el país más poderoso del mundo.

Ofende la inteligencia de los lectores de El Telégrafo, la utilización de una retórica tan gastada contra Cuba y Venezuela.

Quizás lo único rescatable del artículo de la Sra. Velasco es el título: “Venezuela duele”. En efecto, duele mucho ver como se le agrede, duele mucho ver como se miente contra el gobierno de Venezuela, duele mucho que se le impongan medidas de cerco económico, tratando de ahogar al pueblo venezolano. Todas estas acciones las conocemos muy bien los cubanos, porque ha formado parte de la misma receta aplicada contra el pueblo cubano desde hace 59 años.

No puedo menos que felicitar la postura gallarda asumida por la Vicepresidenta del Ecuador, Exma. Sra María Alejandra Vicuña y por la Canciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, en rechazo a las campañas contra el hermano país sudamericano.   

Por último, una frase de José Martí, que a mi juicio, resume su pensamiento antiimperialista, del cual los revolucionarios cubanos y latinoamericanos, hemos bebido. La frase la escribió en una carta inconclusa a su entrañable amigo Manuel Mercado, un día antes de su caída en combate el 18 de mayo de 1895  y dice:  “[...]; ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber -puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba, que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy y haré es para eso….”.

 

Rafael Dausá Céspedes

Embajador de Cuba

 

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