El 18 de octubre 2019, hace ya un año, la Comisión Nacional de Patrimonio Inmaterial del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba, declaraba "La Cocina criolla cubana: tradiciones, prácticas y saberes asociados", como Patrimonio cultural de la Nación.
Tuvimos la oportunidad de acompañar el proceso de elaboración del expediente que fue largo y complejo, bajo la coordinación de la Federación Culinaria de Cuba, que tuvo la tarea titanica de compilar la información de portadores, profesionales y familias culinarias, a lo largo de toda la Isla. No se trataba de declarar recetas o productos cubanos, se trata de algo más, se trataba de las tradiciones, prácticas y saberes asociados.
Luego de debates y reflexiones quedaba claro que la cocina criolla cubana es una práctica sociocultural, cuya evolución se ha dado paralelamente al proceso de surgimiento, formación y consolidación de la nación y la nacionalidad cubanas. Su desarrollo ha estado marcado por la evolución económica, social y cultural de la Isla.
La cocina criolla cubana es resultado de la mezcla, selección y creación de los elementos humanos y culturales que convergen en la isla. Al mismo tiempo establece una definición y diferenciación, creando una nueva tradición culinaria, autóctona, propia y unitaria, distinta de los elementos multiculturales que la conforman.
La declaratoria comprende las prácticas sociales y culturales asociadas a la producción, elaboración y consumos de los alimentos. Incluye los procesos productivos empleados, los rituales para las cosechas, el tratamiento de los alimentos, las técnicas de cocción; así como los espacios de sociabilización que se dan entorno a ella.
Las tradiciones, prácticas, técnicas y saberes asociados a la cocina criolla cubana, se han constituido en un modelo sociocultural, que se trasmite de generación en generación y es recreado constantemente por las comunidades y grupos como parte de sus vidas cotidianas, en armonía con su medio natural.
Es un símbolo y referente de diálogo intercultural, que se expresa en la mezcla de sabores y saberes. Al mismo tiempo ha sido un símbolo de reafirmación cultural, de resistencia y resiliencia de toda una Nación y también de su migración.
En el marco de la jornada de la cultura cubana, desde la Misión Permanante de Cuba ante la UNESCO, recordamos el valor de la cocina criolla cubana un patrimonio cultural de nuestra Nación.
Misión Permanente de Cuba ante la UNESCO