UNESCO destaca principios de igualdad, equidad y solidaridad en la distribución de las vacunas contra la Covid 19

París, 25 de febrero. El Comité Internacional de Bioética de la UNESCO (CIB) y la Comisión Mundial de Ética del Conocimiento Científico y la Tecnología de la UNESCO (COMEST) emitieron una declaración conjunta titulada “Llamado de las comisiones de ética de la UNESCO a la equidad y solidaridad de las vacunas mundiales”.

El documento se llama la atención sobre los aspectos éticos de la educación y la ciencia; la investigación y el financiamiento, la producción, la calidad y el despliegue de vacunas; las poblaciones y países vulnerables, teniendo en cuenta el aumento de las desigualdades de ingresos y oportunidades; la información y la comunicación; el intercambio de datos y privacidad; y la disponibilidad para todos y sostenibilidad del suministro.

La UNESCO reclama la coordinación internacional en un esfuerzo conjunto para brindar acceso a una atención médica adecuada para todos, como un derecho inequívoco y resalta el reconocimiento de las responsabilidades colectivas para la protección de los más vulnerables y la necesidad de afrontar y evitar cualquier forma de estigmatización y discriminación.

El enunciado reconoce que las vulnerabilidades se vuelven más profundas y las personas se vuelven aún más vulnerables en tiempos de pandemia. Al respecto, alienta a la cooperación y solidaridad internacional y alerta de que existe el riesgo de que los países más desarrollados compren la aún incipiente producción de vacunas, en detrimento de los países menos desarrollados.

En la declaración se rechaza firmemente la “prisa depredadora, es decir, el poder político-económico para comprar grandes cantidades de vacunas para distribuirlas a sus propios ciudadanos, lo cual representa una injusticia a nivel mundial (Canadá compró dosis suficientes para vacunar a su población cinco veces, Estados Unidos cuatro veces, la Unión Europea tres veces)”.

También pide medidas contra todas las formas de trata y / o corrupción que puedan estar asociadas con individuos o grupos que intenten socavar la solidaridad necesaria.

“La necesidad de garantizar que todas las personas accedan a vacunas asequibles es de suma importancia ética”, asegura el texto.

En cuanto a principios y valores éticos que deben considerarse en la distribución de las vacunas, destaca los principios de igualdad, equidad, protección contra la vulnerabilidad, reciprocidad y el interés superior de los niños.

Igualmente, reafirma que para lograr una equidad real en el acceso global a las vacunas, se necesita un reconocimiento ético compartido de la salud como un bien común global sin límite territorial. “Las vacunas deben considerarse bienes comunes mundiales”.

El documento subraya la importancia de la información y la comunicación para generar conciencia y responsabilidad. En este sentido, señala que las informaciones deben ser basadas en evidencia científica y actualizadas en seguridad y protección; claras, transparentes, comprensibles; consistentes y coherentes; inclusivas y realistas sobre beneficio / riesgo.

La declaración fue adoptada durante la “Mesa redonda sobre las vacunas contra la COVID-19: consideraciones éticas desde una perspectiva mundial” que se desarrolló en el marco de la reunión conjunta del CIB, el Comité Intergubernamental de Bioética (CIGB) y la COMEST, órganos estatutarios de la UNESCO en el campo de la bioética y la ética de la ciencia y la tecnología.

En abril pasado, el CIB y la COMEST emitieron otra declaración en la que abordaban el deber ético de construir solidaridad y cooperación para enfrentar al Covid-19.

 

Misión Permanente de Cuba ante la Unesco

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