Nueva York, 23 de septiembre de 2021.Durante su intervención en la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, denunció que se ha pretendido rendir por hambre y desesperación al pueblo cubano durante más de seis décadas, con el bloqueo impuesto por los Estados Unidos, el cual se ha recrudecido de manera oportunista en tiempos de pandemia.
Destacó que las pérdidas ocasionadas al país, solo en el período de abril de 2019 a diciembre de 2020, ascienden a un total de 9 mil 157,2 millones de dólares, reflejo del carácter genocida de esa política. Subrayó que, a pesar de estos obstáculos, el gobierno cubano, con extraordinarios esfuerzos, garantiza el derecho universal a la alimentación, a través de la canasta básica familiar normada, que reciben todos los cubanos y cubanas, y que incluye 19 productos alimenticios de primera necesidad, a precios asequibles.
El mandatario cubano informó que Cuba avanza en la implementación del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, enfocado en disminuir la dependencia de las importaciones, potenciar la capacidad productiva, el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación, y desarrollar sistemas alimentarios eficientes y sostenibles a nivel local.
Agradeció la contribución que ha recibido el país de agencias especializadas de las Naciones Unidas, sin ignorar que las condiciones imperantes en el mundo actual afectan sensiblemente la alimentación de millones de seres humanos.
Afirmó que la persistencia de un injusto orden internacional, décadas de dominación imperialista, de aplicación de un neoliberalismo salvaje, proteccionismo y dependencia económica producto de siglos de colonialismo y neocolonialismo constituyen causas raigales del subdesarrollo, que favorecen la pobreza extrema y, con ella, el hambre y la exclusión que sufren las grandes mayorías. Explicó que este escenario se complejiza para aquellos países en desarrollo que cargan el peso de una deuda externa pagada ya mil veces. Agregó que algunos, al igual que Cuba, sufren, además, la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, violatorias del Derecho Internacional, que obstaculizan su legítimo derecho al desarrollo.
Díaz-Canel Bermúdez expresó que la única solución a ese doloroso drama humano es transformar de manera urgente, radical y sostenida los irracionales e insostenibles patrones de producción y consumo del capitalismo, que están destruyendo el medio ambiente y la biodiversidad; solucionar el problema de la deuda externa y otorgar un trato comercial especial y diferenciado a los países en desarrollo. Llamó a las naciones industrializadas a asumir su responsabilidad histórica y a atender con urgencia los nocivos efectos del cambio climático, que impactan también en la disponibilidad, el acceso, la calidad y la estabilidad de los alimentos. Enfatizó en que, “para comenzar, bastaría con que cumplan sus compromisos de financiación para el desarrollo y cooperación internacional”.
Reiteró la advertencia que hiciera el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, en la Cumbre sobre la Alimentación, 25 años atrás en Roma: “Las campanas que doblan hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán mañana por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser suficientemente sabia para salvarse a sí misma”.
Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas