Un sábado de mucha luz
Un domingo de mucha luz, a mediados del siglo XIX, el pequeño José Martí caminó las calles de La Habana de la mano de su padre. La poeta cubana Fina García Marruz describió aquella tarde en un célebre ensayo, resultado de una rigurosa búsqueda biográfica.
«La luz es dorada y madura, como naranja de Valencia, que da gusto verla (…) Sopla ligera la brisa isleña, entre el ardor y mucha luz de la hora, cariciosa como recado de madre. Solamente el viejo y el niño parecen disfrutar del paseo inocente», evoca Fina.




