La Habana, 9 de agosto. No bastaron diez años de contienda revolucionaria en el siglo XIX para independizar a Cuba del colonialismo español. No obstante, en el XX, los ideales del Apóstol salvaguardaron a la nación del american way of life, pues un grupo de jóvenes encabezados por Mella y Villena, de conciencia forjada en el pensamiento martiano, batalló incesantemente por la práctica de políticas gubernamentales basadas en el decoro, el pudor, la honradez y la defensa de la nación. La década crítica acumuló la experiencia necesaria para desencadenar un proceso revolucionario liderado por el Partido Comunista, la clase obrera y esa intelectualidad comprometida con el principio apostólico de Martí de conquistar toda la justicia; pero el asesinato de Mella y la muerte prematura de Villena dejaron descabezado un movimiento que logró, al menos, derrocar la dictadura machadista.