Por todas estas razones, nos unimos al clamor de los pueblos que solicitan el Premio Nobel de la Paz para las brigadas médicas cubanas que lo merecen más que nadie en este mundo porque, al llevar la salud hasta los más apartados confines, promueven el respeto a las naciones, la fraternidad entre los pueblos y la solidaridad humana con los enfermos, sin importar su condición.