Señor Presidente:
Rechazamos categóricamente la mención realizada a Cuba en el día de ayer, por parte de la delegación de Suecia, que constituye una inaceptable injerencia en los asuntos internos de mi país.
No recordamos haber solicitado la opinión del gobierno sueco, ni estamos interesados en sus parcializadas consideraciones sobre cómo hacer cumplir la legislación penal y procesal vigente en nuestro territorio nacional, incluido el tratamiento a delincuentes comunes y mercenarios que trabajan, por dinero y al servicio de una potencia extranjera, contra el orden público, la sagrada tranquilidad ciudadana, la Constitución y las leyes.
En lugar de emitir irrespetuosas referencias a países soberanos, deberían atender la alarmante situación de los derechos humanos al interior de sus propias fronteras.
Urgimos a las autoridades de Suecia eliminar la discriminación, la segregación y la xenofobia contra algunas poblaciones y grupos étnicos, incluyendo los musulmanes, los romaníes y los migrantes.
¿Cómo es posible que acusen a otros países cuando su propia policía y otras autoridades practican sistemáticas políticas de acoso, prejuicios, abuso, racismo y trato discriminatorio contra los mencionados grupos?
Esta situación constituye una limitación del espacio cívico y democrático de ese país, y una grave violación de los derechos humanos de la población en Suecia, lo cual es motivo de profunda preocupación.
Si albergan tanto interés en emitir criterios en materia penal, deberían enfocarse en hacer cumplir su legislación vigente para enfrentar los delitos de odio, muchos de los cuales quedan impunes o sin denuncia.
Urge que implementen en su legislación nacional los principios de la Convención de los Derechos del Niño, incluido el no reclutamiento y no participación de niños en los conflictos armados.
Señor Presidente:
Invitamos al gobierno sueco a apegarse a lo establecido en el Paquete de Construcción Institucional en relación con el tema 2 de la Agenda de este Consejo y abstenerse de promover acciones políticamente motivadas contra países del Sur.
En su lugar, reiteramos que el Examen Periódico Universal es el espacio para realizar recomendaciones constructivas sobre la protección y promoción de los derechos humanos en todos los países, ninguno de los cuales están exentos de desafíos.
Invitamos a Suecia, una vez más, a cesar la manipulación política y los dobles raseros en su actuación en este Consejo y en el tratamiento de los derechos humanos.
Muchas gracias.