Cuba siempre ha estado dispuesta a dialogar con EEUU en condiciones de igualdad, respeto y con el ánimo de buscar soluciones integrales.

Fragmentos de la importante Intervención Especial del viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Embajador Carlos Fernández de Cossío. XXI Edición del Ciclo de Conversaciones “#Cuba en la Política Exterior de Estados Unidos”, convocada por @CIPICuba y copatrocinada por @ISRICuba, los días 6, 7 y 8 de diciembre.

http://www.cubadebate.cu/opinion/2023/12/08/cuba-siempre-ha-estado-dispuesta-a-dialogar-con-eeuu-en-condiciones-de-igualdad-respeto-y-con-el-animo-de-buscar-soluciones-integrales/

Nuestra posición, la de Cuba, es conocida, la hemos dicho públicamente y la hemos reiterado durante años. Es en esencia nuestra disposición a dialogar sobre cualquier tema en condiciones de igualdad, respeto y con el ánimo de buscar soluciones integrales o con una visión integral a los problemas que tenemos entre los dos países y la disposición sobre esa base a desarrollar una relación respetuosa y civilizada.

Pero esta posición no solo la hemos declarado públicamente en múltiples ocasiones. Se conoce que nosotros a lo largo de los años, en momentos diversos, hemos tenido la posibilidad de dialogar directamente con el Gobierno de los Estados Unidos y con miembros del Congreso de los Estados Unidos.

Hoy eso es una realidad y no se puede encontrar en ninguna de esas oportunidades y en ninguna de esas conversaciones que haya habido de parte de Cuba algún planteamiento que pueda interpretarse como lesivo a los intereses de la seguridad nacional de los Estados Unidos. Ni ha habido ninguna propuesta que pueda considerarse que pone en peligro la estabilidad política o económica de ese país o el bienestar de sus ciudadanos o el nivel de vida del ciudadano estadounidense.

Tampoco hemos solicitado en ningún momento un trato privilegiado, un trato preferencial. Ni siquiera hemos solicitado nunca que nos regalen algo en ninguna conversación.

Lo que sí hemos reclamado es que se nos deje en paz, que se respete nuestros derechos soberanos, que se nos permita desarrollarnos conforme queremos los cubanos, sin interferencia.

Se sabe que tenemos diferencias políticas con Estados Unidos, como la podemos tener con otros países, y las planteamos francamente como nos las plantean -debo decir- francamente a nosotros. Pero eso es parte de cómo se desarrollan los vínculos entre muchos países. Y el Gobierno de Estados Unidos, por supuesto, conoce también nuestra posición de que tenemos derecho a defendernos. Eso es una realidad.

Ahora, cuando hablamos de la posición pública de Cuba y que estamos dispuestos a dialogar y a tener una relación, no es solo que lo decimos públicamente, no es solo la naturaleza de nuestros intercambios con el Gobierno Estados Unidos, sino que lo reflejamos en la práctica, a pesar de la hostilidad del gobierno de Estados Unidos, a pesar del reforzamiento del bloqueo que describí hace unos minutos, a pesar de haberse incumplido los compromisos que ambos países asumimos bilateralmente entre el 2015 y el 2016.

Nuestro país, a pesar de que continúa la política de subversión política contra Cuba financiada con decenas de millones de dólares que aprueba el Congreso de los Estados Unidos, a pesar de las campañas de descrédito contra Cuba, a pesar de todo eso, ha estado dispuesto, por ejemplo, a que haya nuevamente una expansión de la embajada de los Estados Unidos en Cuba y expandir nuestra embajada en los Estados Unidos. Pudiera suponerse que Cuba no estaría dispuesta a eso en virtud de la hostilidad manifiesta.

A pesar de que Estados Unidos incumplió unilateralmente los acuerdos migratorios, Cuba ha continuado cumpliendo, y hemos estado dispuestos a celebrar diálogos en materia migratoria. Hemos celebrado cuatro en los últimos dos años, a pesar -reitero- de la hostilidad manifiesta.

Pero además de eso, hemos estado dispuestos a desarrollar diálogos bilaterales en diversas áreas. Curiosamente, diálogos sobre terrorismo; celebramos uno y podemos celebrar más sobre fraude migratorio, protección marítima, geología, agricultura, salud, ciencia y tecnología, medio ambiente, educación, educación superior y a intercambiar con la sociedad estadounidense en sentido amplio, pero también con el gobierno de los Estados Unidos.

Si lo deseara, el gobierno de los Estados Unidos pudiera asumir estas acciones como actos de buena voluntad de parte de Cuba, a pesar de la hostilidad manifiesta del gobierno de los Estados Unidos.

Y cualquiera pudiera preguntarse por qué lo hacemos, o sea, cualquiera puede decir ¿por qué a pesar de esta hostilidad Cuba mantiene esta disposición y tiene diálogo y permite que se amplíe la embajada en Cuba y continúa discutiendo incluso sobre terrorismo?

Y es una pregunta legítima, que puede hacerse cualquiera, muy legítima diría yo, puesto que la historia muestra cómo cuando países tienen conflictos, realmente se reúsan a interactuar. Y no ha sido la conducta de Cuba.

Lo que puedo decir es que esa es la manera en que nos comportamos en la política exterior en general con cualquier país, aun cuando tenemos diferencias políticas. Puedo decir también que es como creemos que deben desarrollarse las relaciones entre dos países. Y eso nos motiva a actuar de este modo. Consideramos además que es beneficioso para nuestro país, como consideramos que es beneficioso para Estados Unidos. Pero realmente es ya una consideración de Estados Unidos.

Pero muy importante, lo hacemos porque estamos convencidos de que tenemos la razón en este conflicto, y más importante aún, lo hacemos porque tenemos el privilegio y la virtud de disfrutar de soberanía plena y verdadera. Somos dueños de nuestro destino ejercitamos de verdad la libre determinación. Y tenemos la capacidad, aún bajo esas condiciones de hostilidad, de interactuar de esa manera con los Estados Unidos.

Les deseo éxitos en este evento en que siempre tenemos como práctica aprender mucho.

Muchas gracias.

 

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