Intervención de la delegación de Cuba en el Foro Ministerial del tema prioritario: “Fortalecer la solidaridad y la cohesión social”.

Señor presidente,

Celebramos la elección del tema que aborda este foro. La solidaridad y la cohesión social constituyen una política de Estado y una voluntad de Gobierno.

La Constitución de la República, en su artículo 1, refrenda a la solidaridad y a la igualdad como dos pilares esenciales sobre los cuales se asienta el Estado socialista de derecho y justicia social.

En Cuba, todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana. La violación del principio de igualdad está proscrita y es sancionada por la ley.

Con base en estas premisas, el gobierno trabaja sin descanso para crear las condiciones que contribuyan a la cohesión social de nuestro pueblo, como una vía para contribuir a su bienestar y al desarrollo del país.

Aunque los desafíos diarios que enfrenta nuestro pueblo son monumentales, resultado de una política de máxima presión del gobierno de los Estados Unidos, Cuba continúa trabajando por alcanzar un desarrollo sostenible que asegure la prosperidad individual y colectiva del pueblo, contribuya a obtener mayores niveles de equidad y justicia social y garantice la dignidad plena de todos.

Señor Presidente:

La solidaridad internacional es un derecho de los pueblos y las personas, que sustenta y refuerza la consecución de otros derechos humanos y es, al mismo tiempo, una necesidad en un mundo interconectado.

Con absoluta modestia, Cuba ha dado muestras concretas de solidaridad por más de seis décadas con los países y las personas más necesitados, en particular con los del Sur.

Colaboradores cubanos han servido en los lugares más intrincados y en las circunstancias más desafiantes. Nos honra haber contribuido al enfrentamiento del cólera en Haití, el ébola en África, la COVID-19 en 42 países y territorios, por solo citar algunos ejemplos. Nos enorgullece, asimismo, haber apoyado los esfuerzos de recuperación de pueblos que han sufrido los efectos de desastres de gran magnitud.

Al mismo tiempo, Cuba también se honra en ser un receptor de múltiples y constantes muestras de solidaridad de la comunidad internacional, que nuestro pueblo y Gobierno agradecen profundamente.

Cuba está decidida a seguir promoviendo la solidaridad y la cohesión social en beneficio de todos, sin dejar a nadie atrás. Es un deber moral, un imperativo ético y un compromiso con la humanidad.

Muchas gracias.