El embajador de Cuba en Mongolia, Jorge Ferrer, ofreció conferencia sobre las relaciones Cuba y EE.UU. y la política de agresiones y bloqueo de los EE.UU. en la Escuela de Ciencias Políticas, Relaciones Internacionales y Administración Pública de la Universidad Nacional.
El diplomático brindó una panorámica de los hitos de la historia cubana, las raíces del diferendo histórico con los EE.UU. desde el Siglo XIX, incluyendo su política de bloqueo y sus efectos extraterritoriales en terceros países. Argumentó cómo esas políticas violan los principios de la Carta de la ONU y el Derecho Internacional, así como la Convención contra el Genocidio y el Derecho Internacional Humanitario.
Recordó que los daños económicos acumulados del bloqueo a precios corrientes durante más de 60 años alcanzan 164 mil 141 millones de USD y que las agresiones de los EE.UU. han causado la muerte a 3,478 cubanos y la discapacidad a 2,099 personas.
Reseñó las tres medidas limitadas que anunció el saliente Presidente Biden en enero y cómo desde el primer momento, sin justificación alguna, la nueva Administración Trump revirtió las medidas de Biden y recrudeció la guerra económica.
Describió las recientes medidas de reforzamiento del bloqueo y abundó en el anuncio del Secretario de Estado de aplicar restricciones de las visas a los funcionarios de otros países que reciben cooperación médica cubana. Añadió que esta medida privaría a millones de personas pobres o vulnerables en países en desarrollo, que no tendrían otra fuente de atención médica que los 24 180 profesionales médicos que prestan servicios actualmente en 56 países.
Destacó el firme rechazo a este chantaje, por parte de numerosos líderes de los pequeños Estados del Caribe, quienes afirmaron que no cambiarán su dignidad, ni la vida o la salud de sus ciudadanos por una visa de los EE.UU.
Mencionó como el más reciente ataque contra la ciencia, la prohibición de acceso a los científicos de Cuba, China, Iran, Rusia, la R.PD. de Corea y Venezuela a 21 bases de datos biomédicas de los EEUU, lo cual retardará investigaciones sobre las causas y los tratamiento del cáncer y enfermedades neurodegenerativas,
Concluyó que la grandeza y la victoria de una nación no se determina por el tamaño de su territorio, de su población o por su mayor poder económico y militar, comparado con su adversario, sino por la justicia y legitimidad de su causa, la unidad y voluntad de su pueblo y su determinación de superar cualquier adversidad, por grande que sea.