Señor Presidente:
Los Estados desempeñan un papel fundamental en la elaboración y aplicación de leyes, normas y reglamentos para garantizar que las empresas transnacionales y otras empresas cumplan con las obligaciones internacionales contraídas en materia de derechos humanos.
Coincidimos con el informe del Grupo de Trabajo respecto a la obligación y responsabilidad de los Estados y las empresas de asegurarse que los sistemas de Inteligencia Artificial se instalen y funcionen de manera respetuosa con los derechos humanos, estableciendo salvaguardias destinadas a prevenir sus efectos negativos.
Debe garantizarse el acceso universal y el desarrollo ético, inclusivo y justo de la Inteligencia Artificial y las nuevas tecnologías, especialmente en los países en desarrollo. Resulta contrario al Derecho Internacional imponer barreras que impidan o limiten su acceso, como es el caso de las medidas coercitivas unilaterales.
La inteligencia artificial debe utilizarse de forma responsable y orientarse a la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sin reproducir patrones xenófobos o discriminatorios.
Desde mayo de 2024 se implementa en Cuba la Estrategia Nacional para el desarrollo y uso de la inteligencia artificial y se lanzó “SocIA”, primera plataforma soberana cubana de inteligencia artificial, orientada a potenciar el uso de sistemas inteligentes por parte de instituciones nacionales.
Para concluir, reitero el apoyo de Cuba a la adopción de un instrumento jurídico vinculante para regular la actividad de las empresas transnacionales y otras empresas con carácter transnacional, en virtud de la resolución 26/9 del Consejo de Derechos Humanos.
Muchas gracias.