Indicó que la experiencia de Cuba demuestra cuán posible es tener resultados en el combate a la trata, aún con pocos recursos, bajo un férreo bloqueo y en medio de la creciente complejidad e internacionalización de este delito, debido a las políticas sociales implementadas a lo largo de casi 60 años de Revolución, la prevención y la participación de toda la sociedad en su detección y enfrentamiento.
Cuba, quien ratificó el protocolo de Palermo y apoya los principios de la Convención contra el Crimen Transnacional Organizado, posee una prevalencia muy baja de delitos asociados al fenómeno. El país, recibió recientemente la visita de la Relatora Especial sobre trata de personas, especialmente mujeres y niños, Sra. Maria Grazia Giammarinaro, quien pudo constatar de primera mano la realidad de la isla en este tema.
El representante cubano denunció y demandó la abolición de la práctica de algunos Estados de producir informes unilaterales, que evalúan y califican sin derecho alguno a los demás países según sus propias leyes nacionales en materia de trata, lo que calificó como inadmisible: si bien apoyó la cooperación internacional en la lucha contra el flagelo.
Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas.
