Intervención de Adianez Taboada Zamora, viceministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la República de Cuba, en la Mesa Redonda Virtual de Alto Nivel sobre acción urgente contra el cambio climático, convocada por el Foro de las Islas del Pacífico.
Excelencias,
Distinguidos participantes,
Desde hace varios años la ciencia ha confirmado el acelerado agravamiento de las condiciones climáticas globales. Los informes especiales del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático confirman el incremento de las temperaturas medias globales, la degradación de los suelos, la contaminación de la atmósfera y el deterioro de los océanos. Estos efectos afectan sobre todo a las islas pequeñas perturbando sus economías, sus recursos biofísicos y sus sociedades. Nuestras islas tendrán pérdidas de medios de subsistencia, deterioro acelerado de sus asentamientos costeros e infraestructuras y disminución de los servicios prestados por los ecosistemas, todo lo cual impactará desfavorablemente en su actividad económica.
El aumento de la temperatura, en particular, incrementará el número y la violencia de los ciclones que desbastan nuestras islas, mientras que el deshielo de los glaciales aumentará el nivel del mar provocando inundaciones costeras permanentes con la posibilidad de desaparición de varias de nuestras islas. Otros muchos efectos adversos ya se están observando con claridad, entre ellos la destrucción de los arrecifes coralinos, la salinización de los mantos freáticos, la destrucción de los ecosistemas y consecuentemente los cambios en las especies que siempre habitaron en nuestras islas.
Las islas del Pacífico, al igual que las del Caribe, no escapan a estos dañinos efectos del cambio climático. Se requiere pues de acciones urgentes y compromisos más ambiciosos que ayuden a mitigar o eliminar totalmente el desastre que se nos avecina.
Desde las últimas décadas del siglo pasado avanzamos en la jerarquización de políticas y programas científicos destinados a mejorar la forma y contenido del enfrentamiento al cambio climático. Ya desde el 2017 Cuba dispone de un “Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático”, conocido por nuestra sociedad como “Tarea Vida”. Se trata de un plan ambicioso para enfrentar el cambio climático en todo el territorio nacional con acciones de adaptación y mitigación, involucrando a todos los sectores de la economía y la sociedad, en correspondencia con el Programa de Desarrollo Económico y Social del país hasta el 2030. La Tarea Vida considera los peligros y riesgos emanados de nuestra condición de archipiélago insular, así como acciones y recursos bien concretos para disminuirlos.
En el orden internacional, Cuba ha dado importantes pasos en el cumplimiento de los acuerdos climáticos. Presentamos ante la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático nuestro Primer Informe Bienal Actualizado y nuestra Tercera Comunicación Nacional. Cuba también presentó la actualización de su Contribución Nacionalmente Determinada que contiene trece acciones de adaptación y cinco metas de mitigación, dirigidas fundamentalmente a los sectores de la agricultura, transporte, forestal y energía renovable.
Para el 2030, Cuba ha planificado disponer de una matriz energética con un 24% de generación eléctrica a partir de fuentes renovables de energía; reducir al 50% el empleo de los combustibles fósiles en vehículos terrestres y aumentar la cobertura boscosa hasta un 33%.
La acción internacional para enfrentar el cambio climático necesita la debida cooperación de los países desarrollados que son los principales responsables del deterioro climático actual. Por responsabilidad, esos países deben protagonizar las acciones globales de mitigación de gases de efecto invernadero y apoyar a los países en desarrollo bajo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
En particular, los Estados Unidos de América deben suspender -sin condiciones algunas- el bloqueo, las sanciones y las medidas represivas y subversivas que mantiene contra Cuba para permitirnos dedicar más recursos financieros al enfrentamiento del cambio climático que afecta a nuestra Isla.
La respuesta global a la COVID-19 ha demostrado que podemos cambiar nuestro comportamiento e implementar medidas de gran alcance de manera inmediata, ética y solidaria. Los esfuerzos en el enfrentamiento al cambio climático deben estar alineados con este enfoque para lograr una recuperación sostenible en nuestras naciones.
Cuba reafirma su solidaridad con las Islas del Pacífico, por constituir una de las regiones más afectadas por el cambio climático, y para quienes siempre hemos reclamado un trato justo, especial y diferenciado.
Muchas gracias.