Asunción, Paraguay. 22 de julio de 2021. La Juventud Comunista Paraguaya (JCP) suscribió el Comunicado Conjunto de las organizaciones juveniles comunistas del continente en defensa de la Revolución Cubana, que rechaza el bloqueo genocida impuesto por EE.UU. al pueblo cubano, denuncia la feroz y manipuladora campaña recientemente desatada para justificar el derrocamiento del gobierno revolucionario y ratifica la solidaridad incondicional en defensa de su soberanía, del modelo socialista de la Isla y del socialismo como sistema, que ha probado ser el único capaz de construir un mundo más humano y libre de explotadores. Firman además el documento las juventudes comunistas de Brasil, Bolivia, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Venezuela y los Estados Unidos. (Vea contenido de la Declaración).
JUVENTUDES COMUNISTAS DE AMÉRICA CON EL PUEBLO DE CUBA Y SU REVOLUCIÓN
Desde el domingo 11 de julio, el aparato mediático burgués ha estado en profundo éxtasis reportando que en Cuba ocurren protestas contra el Gobierno y contra las dificultades bajo las cuales la isla está sometida.
Estos medios de comunicación, alineados a los intereses del imperialismo estadounidense, ignoran por completo y a propósito las verdaderas razones que provocan las dificultades económicas vividas en Cuba, encubriendo la violencia de las acciones del Gobierno, encabezado por Joe Biden, sobre el pueblo y sus vidas.
Estados Unidos nunca escatimó esfuerzos para tratar de socavar la Revolución Cubana, ya sea imponiendo un criminal bloqueo económico, comercial y financiero que se aplica desde hace 60 años, o por el financiamiento directo de acciones golpistas y atentados contra la vida de los líderes revolucionarios. Así ha sido por décadas y fue así con el reciente y desenmascarado «Movimiento San Isidro».
Estas acciones abiertamente malintencionadas del imperialismo y de los contrarrevolucionarios
en Cuba se encuentran, como hace seis décadas, con el coraje del pueblo trabajador y su soberanía, frutos de la revolución y del socialismo, como un obstáculo a sus intentos golpistas.
Es esencial reafirmar que el pueblo cubano no se doblega a los intereses del gran capital debido al carácter emancipador y socialista de su revolución. Es gracias a las políticas públicas que anteponen el bienestar de la gente al lucro individual, como su medicina ejemplar que se extiende a otros pueblos como solidaridad internacionalista, a través de las Brigadas Médicas Henry Reeve.
Recientemente el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) ente regulador de la isla con competencia reconocida por la OPS/OMS, anunció que Abdala se convirtió en la primera vacuna contra la COVID-19 desarrollada en Latinoamérica aprobada para su uso de emergencia. Su 92,28% de eficacia es de las más altas logradas en el mundo.
Actualmente la isla está enfrentando una curva ascendente de contagios, pero que en nada se compara a las dramáticas imágenes que veíamos provenientes de aquellos países considerados desarrollados a lo largo de la pandemia. Otro factor que refuerza esta posición es el suceso de Cuba en contener la diseminación del virus, con tests en masa y lockdowns, mientras los gobiernos de los demás países de nuestro continente optaron, en mayor o menor grado, por no proveer medidas efectivas de aislamiento social para salvar vidas y aún sufren con altos índices de contagios y muertes.
Es deber de todos los revolucionarios y revolucionarias posicionarse de manera firme contra los intentos de intervención imperialista en Cuba y en nuestro continente y defender la Revolución Cubana y el socialismo, saliendo a las calles para manifestar solidaridad y denunciar el bloqueo y las farsas mediáticas.
La doble crisis internacional, sanitaria y económica, evidencia aún más para nuestra generación las contradicciones perversas del sistema capitalista y de la preferencia de las ganancias por encima de las vidas. En su etapa superior imperialista, los intereses de la burguesía no se encierran en los límites nacionales. En todo el mundo la salida que apuntan las clases dominantes es de una mayor explotación de la clase trabajadora y la represión de sus mecanismos de auto-organización.
El proletariado es una clase única en todo el mundo. Por lo tanto, nuestra tarea como jóvenes revolucionarios es construir en nuestros países la lucha del proletariado, buscando masificar el movimiento de solidaridad internacional conjuntamente con la lucha por el socialismo en nuestros propios países, y de avanzar en la comprensión de que las juventudes trabajadoras de todo el mundo deben marchar impávidas, hombro a hombro contra un enemigo común: la burguesía.
Conscientes de que el sistema capitalista no puede ofrecernos ningún horizonte esperanzador de algún futuro digno, nos preparamos hoy - también movidos e inspirados por la valiente revolución del pueblo cubano - a conquistar el futuro, victorioso y socialista en nuestros países, y de construir un mundo más humano libre de explotadores.
Es el momento de la defensa de los logros y la garantía de mantener la soberanía de la Revolución Cubana.
¡Viva Cuba socialista!
¡Abajo el bloqueo!
¡Viva la lucha de la juventud trabajadora en todo el mundo!