Señor Presidente:
Los logros alcanzados por la revolución cubana y el compromiso de nuestro país con la prevención y enfrentamiento al terrorismo; así como en la prevención y el combate de las diversas manifestaciones del crimen transnacional organizado que pueden contribuir a su financiamiento, han posibilitado que Cuba no sea un lugar atractivo para ello.
La naturaleza y el alcance del vínculo reconocido por este Consejo, que puede servir como fuente de financiación o apoyo logístico al terrorismo, varía según el contexto. En el caso de Cuba, ese vínculo no tiene un reflejo significativo, como en otros países y regiones del mundo.
Señor Presidente:
Nuestro país, víctima por décadas del terrorismo de Estado patrocinado desde el exterior, condena todos los actos, métodos y prácticas terroristas en todas sus formas y manifestaciones, sean cuales fueren sus motivaciones.
El gobierno revolucionario cubano ha reiterado que jamás ha permitido, ni permitirá, la utilización del territorio nacional para la realización, la planificación o el financiamiento de actos de terrorismo contra ningún otro Estado, sin excepción de tipo alguno.
Como muestra de ello, Cuba se ha comprometido con 18 convenciones internacionales en materia de terrorismo. Ha puesto en vigor medidas legislativas, institucionales, administrativas y de diversa índole, para prevenir y sancionar todos los actos y actividades terroristas. Ha desarrollado una norma penal específica para el enfrentamiento a las conductas delictivas de carácter terrorista, la Ley 93 Contra Actos de Terrorismo y una legislación penal que tipifica los delitos de Lavado de Dinero y Financiación al Terrorismo.
El compromiso y la capacidad institucional de Cuba para prevenir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, ha sido reconocido por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en varias ocasiones. En el Informe de la Evaluación Mutua de Cuba, que se realizó en el marco del GAFILAT, se señaló que el riesgo general para el lavado de activos en el país es reducido. Igualmente, se resalta la coordinación y cooperación interinstitucional existente a todos los niveles en Cuba y el marco legal actualizado con que cuenta para combatir este flagelo.
Por consiguiente, a nivel internacional se ha reconocido, que el trabajo del país es “sustancialmente efectivo” en las esferas de Supervisión, Personas y Estructuras Jurídicas, Decomiso, Investigación y Procesamiento de Financiación del Terrorismo, Sanciones Financieras y Medidas Preventivas de Financiación del Terrorismo.
Señor Presidente:
Con respecto a las diversas manifestaciones de crimen organizado, Cuba, de igual forma, ha adoptado una firme posición de principios y una política de tolerancia cero, en particular ante la producción, el consumo y tráfico de drogas y la trata de personas, previniendo y sancionando todas estas actividades ilegales conforme a la legislación nacional e impidiendo con ello y con las medidas adoptadas mencionadas, el financiamiento del terrorismo.
Cuba trabaja fuertemente para evitar que el territorio nacional pueda ser utilizado como depósito, almacén, tránsito o destino de drogas ilícitas, implementando la estrategia de prevención y enfrentamiento al uso indebido y el tráfico ilícito de drogas y fortaleciendo la coordinación entre nuestras instituciones nacionales, con la activa participación de las comunidades y las organizaciones de la sociedad civil.
Ello permitió que, en el 2018, Cuba incautara 2438 kg de drogas, la mayoría procedente de recalos marítimos provocados por operaciones internacionales de narcotráfico que no tenían a la Isla como destino. Se descubrieron y frustraron dos intentos de introducir drogas mediante lanchas rápidas por la vía marítima, con un saldo de cuatro detenidos. Fueron neutralizadas dos operaciones en aguas jurisdiccionales y capturados igual número de narcotraficantes extranjeros. Se neutralizaron 49 operaciones de intento de introducción de drogas por la frontera aérea organizadas por redes delictivas.
Con respecto de la trata de personas, Cuba cuenta con un Plan de Acción Nacional para la Prevención y Enfrentamiento a la Trata de Personas y la Protección a las Víctimas (2017-2020). La incidencia de este flagelo en nuestro país es muy baja, gracias a logros sociales y de seguridad ciudadana, a la igualdad de oportunidades, a las políticas y programas destinados al empoderamiento de la mujer; así como a la voluntad política y atención priorizada del Estado y gobierno cubano para prevenir y enfrentar este flagelo en cualquiera de sus manifestaciones y proteger a las víctimas.
Rechazamos, en los términos más absolutos la inclusión en la peor de las categorías de su Informe sobre la Trata de Personas 2019 del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Se conoce que este informe unilateral, sin legitimidad ni reconocimiento internacional alguno, cumple un objetivo de manipulación política, como arma de presión contra otros Estados y sin respeto, consideración o apego en lo absoluto a los esfuerzos internacionales por combatir la trata de personas.
Desconoce deliberadamente el trabajo ejemplar e integral de Cuba en la prevención, enfrentamiento y respuesta a este flagelo; pasa por alto la política de tolerancia cero de nuestro país frente a la trata; y oculta el resultado de los intercambios que durante 5 años consecutivos se celebraron entre ambos países para compartir información y cooperar en estos temas.
Como se viene demostrando, las campañas difamatorias contra Cuba, que se superponen sin control unas a otras, cumplen el propósito de justificar la hostilidad del actual gobierno de los Estados Unidos contra Cuba y las crecientes medidas unilaterales de bloqueo y coerción económica, dirigidas a deteriorar el nivel de vida de la población, limitar los flujos financieros al país, entorpecer los suministros, dañar los procesos productivos y perjudicar los servicios sociales. Es parte de la incesante guerra económica que se nos ha impuesto en los últimos sesenta años.
Señor Presidente:
El combate al flagelo del terrorismo y del crimen organizado debe tener lugar, de conformidad con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional. El Consejo de Seguridad no debe socavar el mandato, las funciones y prerrogativas de los órganos del sistema de Naciones Unidas, con capacidad para dar respuestas efectivas y coordinadas a estos flagelos.
Para prevenir y combatir al terrorismo y la delincuencia organizada en todas sus formas y manifestaciones, este Consejo debería en primer lugar cumplir con su responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales, atendiendo a las causas raigales de los conflictos. Debe fomentar la asistencia y cooperación internacional para la creación y fortalecimiento de las capacidades nacionales de los Estados que lo soliciten; así como el intercambio de experiencias en el combate al terrorismo y el crimen organizado, basado en el respeto mutuo.
Rechazamos de manera firme los dobles raseros, la selectividad política, los actos unilaterales de determinados Estados de pretender certificar conductas y elaborar listas políticamente motivadas y contrarias al derecho internacional; así como que se utilice la bandera de una supuesta lucha contra el terrorismo y crimen organizado para cometer actos de agresión, menoscabar la soberanía nacional, e inmiscuirse en los asuntos internos de otros Estados.
Muchas gracias