75 AGNU: Intervención de Cuba en la reunión informal de la AGNU para realizar un panel de discusión de alto nivel sobre la situación de los derechos humanos en la República Árabe Siria. Nueva York, 2 de marzo de 2021

Señor presidente:

Mi delegación reafirma su apoyo a la búsqueda de una solución pacífica y negociada al conflicto en la República Árabe Siria. Confiamos plenamente en la capacidad del pueblo y las autoridades sirias para alcanzar ese objetivo.

La solución política del conflicto dependerá de que se respete plenamente la soberanía e integridad territorial de Siria, se tomen en cuenta los genuinos intereses y las aspiraciones de su pueblo, cesen las acciones intervencionistas y desestabilizadoras, y se fomente la cooperación con las autoridades del país.

La comunidad internacional debe contribuir a este propósito, desterrando la selectividad, los dobles raseros, los enfoques punitivos y la politización en el tratamiento de la cuestión de los derechos humanos, en el caso de Siria, y de cualquier otro país.

Estas negativas prácticas, que sólo se articulan contra países en desarrollo y sobre los que se imponen medidas coercitivas unilaterales, exacerban la confrontación política y no mejoran la situación de los derechos humanos en el terreno.

Señor presidente:

La cuestión de los derechos humanos en Siria se analiza de manera recurrente desde hace varios años tanto en la Tercera Comisión de la Asamblea General como en el Consejo de Derechos Humanos, con un sesgo de profunda politización.

Hacerlo además en la Asamblea General, parecería responder a una intención de escalar en las acciones condenatorias y de singularización contra Siria, o cuanto menos serviría a ese propósito.

Cuba considera que debe preservarse la distribución de funciones entre la Asamblea General, su Tercera Comisión y el Consejo de Derechos Humanos para abordar, de manera objetiva, balanceada y no discriminatoria, la cuestión de los derechos humanos.

Para concluir, mi delegación no puede compartir, ni aceptar, un enfoque que convertiría a la Asamblea General en plataforma para amplificar el sesgo político y la selectividad que prevalece hoy contra Siria, y que mañana podría replicarse contra cualquier otro país en desarrollo.

Muchas gracias.