Señor Presidente:
Cuba permanece plenamente comprometida con la implementación de la Declaración y el Programa de Acción sobre una Cultura de Paz. La materialización de sus postulados resulta indispensable para la construcción de un mundo más justo, equitativo, democrático y sostenible; y requerirá del respeto al multilateralismo, a los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas y el Derecho Internacional.
Sin embargo, no es posible avanzar hacia una cultura de paz mientras se irrespete el derecho de cada pueblo a elegir su propio camino; se pretenda desconocer la diversidad de sistemas políticos, sociales, culturales y religiosos del mundo; y se implementen agendas de subversión contra el Sur. Mientras se promuevan falsos “excepcionalismos”, el discurso del odio, e ideas racistas y xenófobas, en particular al interior de los países más desarrollados, tampoco habrá avances significativos.
La cultura de paz seguirá siendo una quimera mientras se continúen imponiendo medidas coercitivas unilaterales, que violan la Carta de la ONU y el derecho internacional y obstaculizan el ejercicio del derecho al desarrollo de los países bajo sus efectos.
Mientras discutimos la importante cuestión de la cultura de paz, Cuba continúa enfrentando la política de hostilidad del gobierno de los Estados Unidos, que es contraria a la Carta, a la Declaración y al Programa de Acción sobre una Cultura de Paz y a la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
El recrudecimiento continuado del más largo bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra país alguno; la injustificable inclusión de Cuba en la fraudulenta y unilateral lista de Estados patrocinadores del terrorismo; junto a las acciones de guerra no convencional, incluidas campañas de desinformación dirigidas fomentar la inestabilidad, el odio y la violencia y subvertir nuestro orden constitucional, contravienen toda noción de una cultura de paz.
Estos esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para socavar nuestra soberanía y el derecho de nuestro pueblo a la libre determinación, serán tan estériles hoy, como lo son desde hace más de 60 años. Nada nos detendrá en la construcción de una sociedad cada vez más justa, por el camino que nuestro pueblo ha escogido libremente.
Muchas gracias.