76 AGNU: Intervención del embajador Pedro L. Pedroso Cuesta, representante permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, en reunión plenaria de la AGNU para la presentación del Informe anual del Consejo de Seguridad. Nueva York, 9 de junio de 2022.

Señor Presidente:

Agradecemos la convocatoria de esta reunión para debatir sobre el Informe Anual del Consejo de Seguridad a la Asamblea General correspondiente al año 2021, contenido en el documento A/76/2.

Lamentamos que, nuevamente este año, el informe se limite a la presentación de la lista de reuniones, actividades y resoluciones del Consejo de Seguridad, a pesar de los múltiples llamados de la mayoría de los Estados miembros a que los informes de este órgano sean exhaustivos y analíticos, faciliten la evaluación de las causas e implicaciones de las decisiones del Consejo de Seguridad y contribuyan a un verdadero ejercicio de rendición de cuentas ante la Asamblea General.

El informe correspondiente a 2021 sigue siendo omiso, por ejemplo, sobre el estancamiento de la respuesta a la cuestión palestina y la prolongación del sufrimiento de su pueblo. No se analizan las violaciones de las propias resoluciones del Consejo por Israel, en particular de la resolución 2334 (2016), mientras continúan expandiéndose impunemente los asentamientos ilegales israelíes en los territorios palestinos ocupados, se mantienen las demoliciones punitivas, el desplazamiento forzoso de cientos de civiles, el bloqueo de la Franja de Gaza y las amenazas de anexión de los territorios del Valle del Jordán y otras partes de Cisjordania y de Jerusalén Oriental.

El informe bajo consideración hoy, tampoco evalúa el impacto de los métodos de trabajo extraordinarios utilizados por el Consejo de Seguridad a partir de mediados de marzo de 2020 y extendidos a buena parte del año 2021, en la participación de los Estados no miembros del Consejo en las discusiones del órgano y en el desempeño de las funciones de este en general.

Señor Presidente:

La presentación de los informes anuales del Consejo de Seguridad debe dejar de ser un ejercicio descriptivo, formal y acrítico.

Una mayor transparencia en las labores del órgano facilitará su efectiva actuación a nombre de todos los Estados miembros de la ONU en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, de conformidad con el artículo 24 de la Carta de las Naciones Unidas.

Si bien se ha incrementado el número de reuniones públicas del Consejo de Seguridad, incluyendo debates abiertos, y se informa a todos los Estados sobre las actividades del Consejo al inicio y al final de cada mes, persisten las tendencias de ese órgano a trabajar, fundamentalmente, en formatos cerrados, a tomar decisiones sin atender las preocupaciones de los Estados miembros y a forzar la toma de acción sobre proyectos de resolución incluso cuando se mantienen discrepancias considerables en cuanto a su contenido.

Se precisa de una reforma integral del Consejo de Seguridad, incluyendo sus métodos de trabajo, para lograr que este sea un órgano transparente, democrático y representativo. Ello contempla la adopción del reglamento de ese órgano, la celebración de negociaciones informales transparentes y la emisión de actas de las consultas oficiosas, reuniones que deben ser la excepción y no la regla.

Debe cesar la manipulación selectiva de los métodos y prácticas del Consejo de Seguridad como herramienta de presión contra Estados soberanos; así como la injerencia del Consejo en asuntos fuera de su competencia, en particular en aquellos que conciernen al mandato de la Asamblea General.

El Consejo de Seguridad debe representar los intereses de todos los Estados en aras de preservar el multilateralismo y la credibilidad de las Naciones Unidas.

Muchas gracias.