Intervención de Cuba en la discusión general del tema 25 de la agenda, titulado “Desarrollo social: a) Aplicación de los resultados de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y del vigésimo cuarto período extraordinario de sesiones de la Asamblea General y b) Desarrollo social, incluidas las cuestiones relativas a la situación social en el mundo y a la juventud, el envejecimiento, las personas con discapacidad y la familia”.
TERCERA COMISIÓN - 78AGNU.
Nueva York, 28 de septiembre de 2023.
Señor Presidente,
En adición a lo ya expresado en nombre del Grupo de los 77 y China, permítame añadir lo siguiente en mi capacidad nacional.
En un mundo marcado por una crisis multidimensional, continúan hipotecándose los avances en materia de desarrollo social. No habrá desarrollo social para todos mientras se distribuya de manera tan desigual la riqueza y se apliquen medidas coercitivas unilaterales contra el Sur. Debe redoblarse la cooperación y la solidaridad para erradicar la pobreza, reducir la desigualdad, promover el empleo productivo y el trabajo decente y construir sociedades más inclusivas.
Los compromisos asumidos en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de Copenhague en 1995, tienen plena vigencia. La idea del convocar una Cumbre Social en 2025 merece evaluación sosegada por los Estados en cuanto a su eventual alcance y resultados, y de producirse, tendría que contar con un riguroso proceso preparatorio intergubernamental.
El Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento y el Programa de Acción Mundial para la Juventud, mantienen su validez. El Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre Envejecimiento, y la Oficina de las Naciones Unidas para la Juventud, cuentan con nuestro apoyo. Esperamos que la nueva Oficina desempeñe su mandato de manera balanceada.
Señor Presidente,
La protección de los derechos y la atención a las personas con discapacidad y las personas de edad, los jóvenes, y las familias, sigue siendo una prioridad. La Constitución de 2019, fortaleció aún más los derechos de estas personas, las garantías para su ejercicio, y las responsabilidades del Estado y la sociedad respecto a estos grupos. La actualización del marco normativo del país ha continuado avanzando en estas esferas.
Cuba cuenta con un nuevo Código de las Familias, entre los más avanzados del mundo, producto de un amplio, profundo y democrático proceso de elaboración y consulta, ratificado en referendo popular. El Código amplía el reconocimiento y protección de los derechos de niños, mujeres, adultos mayores, personas con discapacidad y personas LGBTIQ+. Reconoce distintas formas de organización de las familias; fortalece la protección de derechos y deberes de sus miembros; potencia la igualdad de género y la protección contra la violencia intrafamiliar; e introduce el matrimonio entre personas del mismo sexo y la gestación solidaria, para la que además se establecen amplias garantías.
Hacemos énfasis en la protección de los adultos mayores, para asegurar un envejecimiento con dignidad y derechos. Hacia 2035, más del 30% de nuestra población tendrá 60 años o más, lo que hace del envejecimiento poblacional uno de nuestros principales retos socio-demográficos.
También continuamos perfeccionando los programas de atención integral a las personas con discapacidad, la infancia y la juventud, para asegurar las condiciones que permitan el desarrollo de todo su potencial.
En 2021, se creó el Observatorio Social y Laboral de Cuba; y la Comisión Nacional para el seguimiento y monitoreo de la aplicación de las disposiciones de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Por otro lado, la participación de los jóvenes en todos los ámbitos continúa creciendo y estimulándose. Hoy el 19,79% del Parlamento cubano son diputados de entre 18 y 35 años. En julio pasado el Parlamento aprobó la Política de Atención Integral a la Niñez, Adolescencia y Juventudes, y su Plan de Acción 2023-2030.
Para obtener estos resultados, Cuba ha tenido que sortear los graves obstáculos del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos. Esta política de hostilidad y asfixia, viola la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, es el principal óbice a nuestro desarrollo, y afecta directamente el disfrute de los derechos humanos y el bienestar de nuestro pueblo, en particular de las personas de edad, las personas con discapacidad, las mujeres y los niños.
Sin embargo, como hemos demostrado una y otra vez, nada nos detendrá en la construcción de una sociedad cada vez más justa e inclusiva para todas las personas, por el camino que nuestro pueblo ha escogido libremente.
Muchas gracias.
