Señora Presidenta:
Cuba posee una política de tolerancia cero a la trata de personas, sustentada en los pilares de prevención, enfrentamiento y protección a las víctimas. Cumplimos de forma cabal las obligaciones contraídas en virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo sobre Trata de Personas, de los cuales somos Estado Parte.
A pesar de la escasa incidencia de esta expresión delictiva en nuestro país, continuamos implementando el Plan de Acción Nacional para la Prevención y Enfrentamiento de la Trata de Personas y la Protección a las Víctimas, herramienta fundamental en la actuación coordinada entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil.
El marco jurídico nacional permite prevenir y enfrentar la trata de personas y conductas asociadas como el proxenetismo, la pornografía y la prostitución infantil. El Código Penal incluye como modalidades delictivas todas las variantes de la tipicidad que se establecen en el Protocolo de Palermo. La legislación nacional tipifica el trabajo forzoso u obligatorio como delito, refrenda la prohibición del trabajo infantil, tipifica el delito de tráfico, venta y compra de niños e incluye las mejores experiencias acumuladas en la práctica judicial.
Señora Presidenta:
La cooperación internacional es imprescindible para enfrentar de la mejor manera la trata de personas. Los enfoques punitivos y la politización nada aportan a la colaboración y el diálogo que requiere su enfrentamiento.
Rechazamos la inclusión injustificada y discriminatoria de Cuba, por razones totalmente políticas, en el Informe de Trata de Personas emitido unilateralmente por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Es totalmente inaceptable que Estados Unidos siga empeñándose en acusar a Cuba de fomentar la trata o la práctica de la esclavitud. Condenamos enérgicamente la sucia campaña emprendida por ese país, en particular por su Secretario de Estado, contra la cooperación médica cubana. Ese accionar hostil desconoce el aporte en materia de salud que brindan decenas de miles de profesionales médicos en decenas de países. Un esfuerzo que ha salvado millones de vidas en más de seis décadas de labor humanista.
Cuba continuará contribuyendo a la salud y el bienestar de los pueblos que lo necesiten.
Concluyo ratificando nuestro inquebrantable compromiso de continuar trabajando de consuno en la prevención y el enfrentamiento a la trata de personas, la protección de las víctimas y la ampliación de la cooperación internacional.
Muchas gracias.
