TERCERA COMISIÓN - 78 AGNU
Nueva York, 3 de octubre de 2023.
Señor Presidente,
Mucho queda por hacer a nivel global para cumplir los compromisos de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y la Declaración y Programa de Acción de Beijing, que mantiene toda su vigencia, como brújula para alcanzar el objetivo compartido de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.
Sin embargo, ese objetivo continuará siendo un espejismo mientras subsista el subdesarrollo, el hambre y la pobreza reproducidos por el injusto orden internacional; y se sigan aplicando medidas coercitivas unilaterales, que afectan directamente las condiciones de vida y el ejercicio de los derechos humanos de millones de mujeres y niñas.
Siempre estaremos muy orgullosos de haber sido el primer país en firmar y el segundo en ratificar la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; así como de los innegables resultados alcanzados por Cuba en esta materia, algunos privativos incluso para países altamente desarrollados.
Las mujeres y niñas cubanas acceden y disfrutan, en igualdad de condiciones que los hombres, de los mismos servicios de educación, universal y gratuita, a todos los niveles. Nuestras leyes protegen el derecho de la mujer al empleo digno y a la no discriminación en el trabajo, y a recibir igual salario que los hombres por trabajo de igual valor. Los derechos sexuales y reproductivos, incluidos el derecho al aborto y la elección libre y responsable sobre su fecundidad, están garantizados y forman parte de los servicios de salud, que se disfrutan de manera gratuita.
Estas condiciones han permitido a la mujer incorporarse al desarrollo socio-económico del país, en posiciones de liderazgo. Su participación en la toma de decisiones continúa creciendo, y hoy representan el 52,3% en cargos decisorios; el 55,74% en el Parlamento, manteniendo a Cuba como segundo país del mundo con mayor porcentaje de mujeres parlamentarias; el 52,38% del Consejo de Estado y el 54.49% de los presidentes y vicepresidentes de las Asambleas Municipales del Poder Popular.
Las mujeres son el 66% de los técnicos y profesionales del país, más del 81,9% de los profesores, maestros y científicos, más del 70% de los fiscales, presidentes de Tribunales Provinciales, jueces profesionales y de la fuerza laboral en los sectores de la salud y la educación. En el sistema de las Ciencias, la Innovación y la Tecnología son el 49,3% y el 53 % de los científicos. En el sector de la salud pública son el 70,9%, el 62% de los médicos, el 64,2% del personal que presta servicios de colaboración en varios países del mundo y el 72,2% de los médicos especializados.
Estos innegables resultados han sido posibles gracias a décadas de trabajo en favor del adelanto de la mujer en todos los órdenes; y al constante perfeccionamiento del marco jurídico-normativo. En tal sentido, la Constitución de la República de 2019 reafirmó a las mujeres la protección de todos sus derechos, sin discriminación; y las protege de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones. A su vez, el Código de las Familias adoptado en referendo popular en 2022, amplía la protección de la mujer y la igualdad de género en el ámbito familiar; y contribuye a la lucha contra todas las formas de discriminación y violencia, incluido en el ámbito familiar y doméstico.
Sin embargo, no estamos satisfechos, y hemos continuado dando pasos para alcanzar aún mejores resultados. En 2021, se adoptó el Programa Nacional para el adelanto de las Mujeres (PAM), como la agenda del Estado cubano para el desarrollo de políticas a favor de las mujeres y la igualdad de género en el país; y se aprobó la Estrategia Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Género y en el Escenario Familiar. En junio de 2023, se puso en marcha el Observatorio sobre Igualdad de Género (OCIG), para fortalecer este enfoque en la construcción de indicadores y captación de estadísticas y realizar análisis más integrales en materia de empoderamiento.
Señor presidente,
Para lograr estos éxitos, Cuba ha tenido que sortear los obstáculos que representa el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos. Esta política de hostilidad y asfixia, viola la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, es el principal óbice a nuestro desarrollo, y afecta directamente los derechos humanos y la calidad de vida mujeres y niñas.
Sin embargo, nada nos detendrá en la construcción de una sociedad cada vez más justa e inclusiva, y conquistando nuevas metas en favor de la igualdad de género, que constituye para nosotros un imperativo moral.
Muchas gracias
