Intervención de la delegación de Cuba en el Comité de Descolonización sobre la cuestión colonial de Puerto Rico.

Señora Presidenta,

Saludamos la presencia en la Sala del Canciller de la hermana República Bolivariana de Venezuela, compañero Yván Gil.

Mi delegación se asocia a la declaración pronunciada por San Vicente y las Granadinas, a nombre del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas, así como las que pronunciarán Uganda, a nombre del MNOAL y Colombia, a nombre de la CELAC.

Nuestro compromiso con la erradicación del colonialismo en todas sus formas y manifestaciones es firme y de larga data. Como país que ha sufrido las consecuencias del colonialismo, reiteramos nuestra profunda solidaridad con los países y pueblos que aún lo padecen.  

En especial, reafirmamos nuestra invariable solidaridad con la independencia del pueblo puertorriqueño, con el cual compartimos una historia de luchas contra la dominación colonial. La hermandad centenaria entre ambas islas trasciende la cercanía geográfica. Nos une también la idiosincrasia de nuestros pueblos, así como los lazos históricos y culturales.

Señora Presidenta,

Los Estados Unidos, la potencia colonial, intenta por todos los medios afianzar su dominio económico, político y social sobre Puerto Rico.

El 25 de julio de 2025 se cumplirán 127 años desde la intervención de los Estados Unidos en Puerto Rico. A pesar de haber transcurrido más de un siglo, no han logrado borrar la cultura y las características propias de los puertorriqueños, quienes han mantenido vivas sus raíces y su inconfundible identidad nacional.

El Estado Libre Asociado impuesto en Puerto Rico, hace más de 70 años, no fue más que un montaje y la forma encontrada por el Gobierno de los Estados Unidos para ejercer su total dominación sobre esta hermana isla.  

El Congreso de los Estados Unidos ejerce total autoridad y está dotado de plenos poderes sobre Puerto Rico en cuestiones como la defensa, las relaciones internacionales, el comercio exterior, entre otros asuntos; mientras que, Puerto Rico ejerce autoridad local en un número limitado de ámbitos. De esta forma, se pretende enmascarar un acto de clara dominación colonial.

La Corte Suprema de los Estados Unidos, el Congreso e incluso la propia Administración han desmontado esta farsa política, cuando de manera clara e inequívoca señalaron que Puerto Rico carece de soberanía propia y está sujeto completamente a los poderes de Washington, es decir, es una posesión norteamericana, un territorio colonial. Esta situación ha sido denunciada por los patriotas puertorriqueños y por otros como Cuba, que apoyamos invariablemente su justa causa.

El estatus colonial actual impide al pueblo puertorriqueño decidir soberanamente sobre las necesidades y los graves problemas económicos y sociales que le afectan, un pueblo que ha sufrido también el azote de huracanes devastadores. A ello se añade, la privatización de servicios esenciales como el sistema de generación y distribución eléctrica en el país, que ha ocasionado afectaciones a la población.

Además, a Cuba le continúa preocupando que, con la imposición de la mal llamada Junta de Supervisión Fiscal, producto de la denominada Ley PROMESA, los procesos de EEUU en Puerto Rico conllevan al recrudecimiento de su subordinación colonial; en lugar de conducir al pueblo puertorriqueño hacia el ejercicio pleno de su derecho inalienable a la libre determinación e independencia.    

Señora Presidenta,

Cuba mantiene su invariable compromiso con la sostenida aspiración de un Puerto Rico libre e independiente. La solución definitiva del destino de Puerto Rico no es una cuestión interna de los Estados Unidos, corresponde al Comité Especial de Descolonización y a toda la comunidad internacional.

El acervo histórico de la CELAC ratifica el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y reafirma que este es un asunto de alto interés para la Comunidad. Asimismo, el Documento Final de la 19na Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del MNOAL, refrenda el derecho del pueblo de Puerto Rico a la libre determinación y a la independencia, de conformidad con la resolución 1514.

La Asamblea General de Naciones Unidas debe continuar examinando este tema de manera amplia y pronunciarse con inmediatez. La cuestión colonial de Puerto Rico debe ser resuelta con urgencia y de acuerdo con el mandato de la ONU.

Reiteramos, una vez más, nuestra solidaridad con Puerto Rico. Cuenten invariablemente con nuestro compromiso de continuar defendiendo su legítimo derecho a la autodeterminación e independencia.

Muchas gracias.