Intervención de la delegación de Cuba en reunión plenaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el tema 89 “Informe del Organismo Internacional de Energía Atómica”.

Señor Presidente:

Agradecemos la presentación del Informe Anual de 2023 del Organismo Internacional de Energía Atómica y del proyecto de resolución A/79/L.7.

Saludamos la presencia del Director General del OIEA. Reiteramos el respaldo de Cuba a la importante labor de ese Organismo y a su contribución al uso pacífico de la energía nuclear.

En esta ocasión, queremos agradecer el apoyo esencial del Organismo a los esfuerzos del Estado cubano en el enfrentamiento a enfermedades transmitidas por el mosquito, como el zika, el dengue y el chikungunya.

Aprovechamos este foro también para destacar que el Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y la Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (ARCAL) cumple 40 años este 2024. Cuba se enorgullece de apoyar la labor de dicho programa para implementar iniciativas del OIEA encaminadas a enfrentar desafíos en las esferas de la salud y el medio ambiente en los países de la región, a través de la contribución a la creación de capacidades y la participación en misiones de expertos, en particular a Centroamérica y el Caribe.

Reiteramos, igualmente, nuestro apoyo a las actividades del Foro Iberoamericano de Organismos Reguladores Radiológicos y Nucleares, que continúa aportando resultados para el fortalecimiento de la seguridad nuclear, radiológica y física en los países iberoamericanos.

Reafirmamos el compromiso de Cuba con el uso de la energía nuclear con fines estrictamente pacíficos y la alta importancia que conferimos a la seguridad nuclear y radiológica. Sobre esa base, en el período que abarca el informe que discutimos hoy, nuestro aporte ha sido en varios sentidos. Al respecto, destacamos la actualización del Decreto Ley sobre el uso de la energía nuclear y otras fuentes de radiaciones ionizantes, la realización exitosa del Curso Internacional de Seguridad Física Nuclear, con sede en Cuba, en febrero de este año, y la presentación del informe nacional a la Octava Reunión de Revisión de las Partes Contratantes de la Convención Conjunta sobre Seguridad en la Gestión del Combustible Gastado y sobre Seguridad en la Gestión de Desechos Radiactivos. La implementación de un nuevo reglamento de salvaguardias nucleares en el país, continuará fortaleciendo el régimen nacional para el control de los materiales nucleares y honrando nuestros compromisos con plena transparencia.

Con vistas al próximo período, en materia de seguridad nuclear, Cuba ha solicitado formalmente al OIEA la realización de una misión del Servicio Integrado de Examen de la Situación Reglamentaria (IRRS por sus siglas en inglés), en 2026, lo que evidencia la disposición de continuar mejorando el desempeño del país en ese sentido. En cuanto a la cooperación técnica con el OIEA, el Marco Programático Nacional para el período 2024-2030, recién firmado entre el Organismo y las autoridades cubanas de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, identificó seis áreas prioritarias, a saber: alimentación y agricultura, salud y nutrición, agua y medio ambiente, energía e industria, tecnologías de la radiación y seguridad nuclear y protección contra las radiaciones.

Señor Presidente:

A pesar de la destacable cooperación entre Cuba y el OIEA, no podemos dejar de mencionar cada año las dificultades que enfrenta habitualmente ese Organismo para la ejecución de proyectos con nuestro país, debido a las restricciones impuestas por el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba. La prohibición de que las empresas de los Estados Unidos o, incluso aquellas en terceros países que tienen participación de capital estadounidense, vendan equipamiento especializado a Cuba sigue encareciendo la adquisición de equipos por nuestro país y obstaculizando la formación de capacidades, dilata la ejecución de nuestros proyectos nacionales bajo los auspicios del OIEA y nos excluye de oportunidades de participación en proyectos de nuestra región. 

Rechazamos las medidas coercitivas unilaterales que contravienen el Artículo IV del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares, al obstaculizar la cooperación internacional, limitando el acceso a materiales, equipos y tecnologías para actividades nucleares con fines pacíficos por los países en desarrollo sometidos a ese tipo de medidas.

Señor Presidente:

El OIEA es el marco para la adopción de normas internacionales sobre seguridad física nuclear, que deben ser resultado de negociaciones multilaterales transparentes e inclusivas, con la participación de todos los Estados.

La aplicación del sistema de verificación de las salvaguardias del Organismo es esencial en la implementación del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares, incluido para verificar la índole pacífica de los programas de energía nuclear. Reiteramos que, para mantener la credibilidad en las actividades del OIEA en materia de salvaguardias, es imprescindible continuar garantizando la actuación imparcial y profesional de la Secretaría.

Abogamos por el respeto al derecho inalienable de los Estados a desarrollar la investigación, producción y utilización de la energía nuclear con fines pacíficos, sin discriminación ni condicionamientos.

Contrario a los beneficios que aporta a la humanidad la energía nuclear con fines pacíficos, la mera existencia de armas nucleares sigue amenazando la supervivencia humana. Mantenemos la convicción de que la única garantía contra el uso y la amenaza del uso de las armas nucleares es la total eliminación de estas armas, de manera verificable, transparente e irreversible. En consecuencia, abogamos por la universalización del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, sin más demora. El objetivo del desarme nuclear no puede seguirse posponiendo indefinidamente.

Muchas gracias.