Intervención del Embajador Yuri A. Gala López, Encargado de Negocios a.i. de la Misión Permanente de Cuba ante ONU en el diálogo interactivo de alto nivel sobre determinantes sociales, económicos y ambientales de salud.

Señor Presidente:

Toda persona tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental. Es por ello tan preocupante la situación actual, donde casi la mitad de la población mundial no tiene acceso a servicios básicos de salud.

En un mundo tan desigual, donde persisten paradigmas egoístas de mercantilización de la salud; Cuba refuerza su compromiso con este derecho, a nivel constitucional. Nuestro Sistema Nacional de Salud es público, gratuito, de acceso universal y no discriminatorio.

El enfoque de salud cubano se centra en la prevención y ha estado siempre en consonancia con una perspectiva integral del bienestar humano, que considera debidamente los determinantes de la Salud.

En el contexto de Cuba, no es posible abordar los determinantes de salud sin referirnos al bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos. Su recrudecimiento extremo en los últimos años ha costado vidas, incrementando la mortalidad infantil y reduciendo la esperanza de vida de cubanas y cubanos, y sigue generando importantes obstáculos al pleno disfrute de este derecho. A ello se añade la calificación fraudulenta de Cuba como Estado que supuestamente patrocina el terrorismo, que provoca severas afectaciones financieras adicionales para el país.

El gobierno estadounidense conoce bien el impacto directo e indirecto que su política hostil tiene sobre el sistema de salud cubano; los servicios básicos y otros sectores necesarios para garantizar la salud y el bienestar de nuestro pueblo como la alimentación, la cultura, el deporte y la recreación. Estados Unidos no puede ocultar que su objetivo, con plena conciencia, es provocar daño a la población cubana.

Por si fuera poco, el gobierno de Estados Unidos arremete contra los programas de cooperación médica cubana con países en desarrollo, con el objetivo de desacreditarlos y sabotearlos. Esos programas, sustentados en principios éticos y humanistas, constituyen un ejemplo de cooperación Sur-Sur, y han ayudado a muchos países de Latinoamérica y el Caribe, África y Asia a brindar atención médica de calidad en zonas de difícil acceso.

Al atacar estos programas, las autoridades estadounidenses no solo están agrediendo a Cuba, sino que socava las posibilidades reales de muchos países en desarrollo de materializar el derecho a la salud y cumplir la Agenda 2030.

Se equivoca Estados Unidos al pensar que podrá eliminar estos programas y, con ello, la solidaridad de Cuba. Por el contrario, nuestro país continuará prestando su apoyo decidido a aquellos países que lo soliciten, conscientes de que contar con servicios de salud de calidad para todos, en todas partes, es una condición fundamental para lograr el desarrollo.

Muchas gracias.