Intervención del Embajador Yusnier Romero Puentes, Representante Permanente Alterno de la Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, sobre el tema: Memorias del Secretario General sobre la labor de la Organización.

Nueva York, 7 de febrero 2024.

Señor Presidente:

Agradecemos al Secretario General por la presentación de su memoria sobre la labor de la Organización.

Es un deber compartido preservar las Naciones Unidas, y con ella la paz y el desarrollo para las generaciones presentes y futuras; esa es la encomienda de nuestros pueblos, a los que nos debemos.

Señor Presidente:

Aunque el informe del Secretario General no abarca las labores de la organización en el segundo semestre de 2023, no podemos dejar de mencionar la grave situación humanitaria en Gaza, a raíz de más de tres meses de ataques indiscriminados cometidos por Israel, la potencia ocupante, contra la población civil, en clara violación del derecho internacional y el derecho internacional humanitario, y constituyendo crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

Mientras tiene lugar esta reunión, se mantiene en curso el Genocidio que lleva a cabo Israel en Gaza y que ha provocado la muerte de más de 26 750 palestinos, casi el 70 por ciento de ellos mujeres y niños, y el mayor número de bajas del personal de las Naciones Unidas jamás registradas en un conflicto.

La forma en la que las Naciones Unidas respondan a esta situación, pongan fin al genocidio contra Palestina, y exijan la rendición de cuentas a sus responsables, determinará en buena medida la legitimidad de la Organización en el futuro.

Por ello, coincidimos con el Secretario General en el hecho de que las Naciones Unidas son hoy más importantes que nunca. Ello hace necesario también recordar el papel de la ONU en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.

El líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, en su primer discurso ante la ONU, en septiembre de 1960, reflexionó sobre cómo surgieron las Naciones Unidas. Cito: “Surgen después de la lucha contra el fascismo, después que decenas de millones de hombres murieron. Y así, de aquella lucha que tantas vidas costó, surgió esta Organización como una esperanza.” Fin de la cita.

El mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales precisa del estricto apego a la Carta de las Naciones Unidas, en particular a sus propósitos y principios. Se requiere, igualmente, el respeto a los mandatos de los órganos de la ONU.

Se necesita fortalecer el multilateralismo y que la Asamblea General ocupe el lugar que le corresponde y el Consejo de Seguridad deje de usurpar sus funciones.

Cuba comparte el precepto del Movimiento de Países No Alineados, ratificado en la su reciente Cumbre en Kampala, de que la mejor estrategia para prevenir y resolver los conflictos es atender sus causas raigales.

La idea de aplicar un enfoque de prevención al pilar de paz y seguridad exige el estricto respeto a la Carta de las Naciones Unidas, en particular el principio de soberanía nacional, integridad territorial, el derecho inalienable de los pueblos a la autodeterminación, la independencia política y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, para garantizar que dichos enfoques no sean utilizados como pretexto para justificar el avance de agendas e intereses geopolíticos, incluso mediante interpretaciones del derecho internacional que intentan justificar el uso de la fuerza con supuestos fines preventivos. Cuba se opone rotundamente a esos enfoques.

Señor Presidente:

Coincidimos plenamente con el Secretario General en la importancia de la causa de los derechos humanos, y la necesidad de que se promuevan y protejan todos los derechos para todas las personas, sin discriminación. Esta es una cuestión en la que ningún país está exento de retos, por lo que ninguno debiera erigirse en paradigma para el resto.

Nadie como las Naciones Unidas está en condiciones de promover un tratamiento universal, objetivo, justo, balanceado y en pie de igualdad a la cuestión de los derechos humanos, como quedó consagrado en la Declaración y Programa de Acción de Viena, que en 2023 cumplió 30 años, y sobre la que desafortunadamente no hay referencia alguna en el informe.

Tampoco menciona la necesidad de combatir la politización de la cuestión de los derechos humanos o los dobles raseros en esta materia. Mucho más pudieran hacer Naciones Unidas y sus mecanismos afines, para evitar que la noble causa de los derechos humanos quede secuestrada por intereses geopolíticos de las grandes potencias. Vemos cómo avanza, al interior de la maquinaria de derechos humanos de la Organización, la selectividad contra el Sur, mientras poco o nada se dice de las violaciones a los derechos humanos cometidas por o en países desarrollados.

Otros temas en los que la labor de las Naciones Unidas podría aportar más, y de los que nada se dice en el informe, son el impacto de las medidas coercitivas unilaterales sobre los derechos humanos, y la necesidad de avanzar en la materialización del derecho al desarrollo. No resulta creíble que haya un compromiso real con los derechos humanos o que no queremos dejar a nadie atrás, mientras se aplican estas ilegales medidas contra el Sur, y se niega u obstaculiza nuestro derecho al desarrollo.

En este contexto, denunciamos una vez más, el criminal, y genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba, con medidas sin precedentes impuestas por la Administración de Donald Trump, las cuales, en su mayor parte, se han mantenido en pie como una continuación de la política estadounidense de máxima presión contra Cuba.

El énfasis en obstaculizar las principales fuentes de ingresos de nuestro país, paralizar los suministros de combustibles y entorpecer nuestras relaciones comerciales, con el objetivo de propiciar la asfixia económica y el derrocamiento de nuestro gobierno, ha tenido un alcance notorio, sumado a la arbitraria e injustificada inclusión de Cuba en la espuria lista de Estados patrocinadores del terrorismo, que de manera unilateral y sin legitimidad moral alguna elabora el Departamento de Estado, lo cual condenamos en los términos más firmes y absolutos.

Instamos al gobierno de los Estados Unidos a revocar estas injustificadas calificaciones, que son objeto de amplio rechazo internacional. Las Naciones Unidas deberían pronunciarse en contra de este tipo de listas y certificaciones unilaterales, políticamente manipuladas y contrarias al derecho internacional.

Reafirmamos el valor de la Estrategia Global de la ONU contra el terrorismo y la responsabilidad primordial de los Estados de aplicarla de manera transparente y con equilibrio entre sus cuatro pilares.

Llamamos a la comunidad internacional a encontrar un consenso para avanzar en las negociaciones y adoptar una Convención General sobre terrorismo internacional, que incluya el terrorismo de Estado y supere las lagunas legales y la dispersión normativa existentes.

El terrorismo no podrá ser erradicado si prevalecen los dobles raseros, la manipulación, el oportunismo político y la selectividad al abordarlo.

Señor Presidente:

Como refleja el informe del Secretario General, el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los ODS continúa siendo un desafío, los países en desarrollo nos enfrentamos al alto riesgo de ser dejados atrás. Continuamos siendo los más afectados por el hambre, la pobreza extrema, el impacto negativo del cambio climático y las consecuencias del actual orden económico y financiero internacional, profundamente injusto y excluyente.

El llamado a una reforma de la arquitectura financiera internacional debe dejar de ser una quimera y traducirse en acciones concretas. Las Naciones Unidas tienen un rol que jugar en ese sentido y es por ello que agradecemos el ímpetu del Secretario General en lograr avances en este tema.

Se necesita con urgencia una solución integral y duradera a los problemas del endeudamiento externo. Los países en desarrollo no pueden avanzar si continúan arrastrando una deuda cuyo desmesurado monto obstaculiza sus esfuerzos para enfocarse en el desarrollo.

Reiteramos la importancia del cumplimiento de los compromisos en materia de asistencia oficial para el desarrollo por parte de los países desarrollados.

Los esfuerzos de los países en desarrollo deben ser respaldados con acciones concretas en materia de transferencia de tecnologías, desarrollo de capacidades, financiación externa en condiciones favorables y acceso a mercados.

Señor Presidente:

Como se menciona en el informe del Secretario General, luego de casi 20 años después del inicio de los debates para la conservación de la biodiversidad marina en zonas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales, la comunidad internacional adoptó un acuerdo histórico, el instrumento jurídico internacional conocido por sus siglas como Acuerdo BBNJ.

El texto que se adoptó es ante todo una victoria de los países en desarrollo, que se unieron para dar forma a un tratado ambicioso y muy progresista. Cuba, como presidente del G-77 más China durante el año 2023, se siente orgullosa de haber liderado a los países del sur en este importante proceso en su fase final.

La fortaleza del Sur hizo posible la inserción de un modelo verdaderamente equilibrado de reparto de los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos marinos y de la información digital sobre secuencias.

Del mismo modo, hay que atribuir a los países en desarrollo la inclusión del principio de patrimonio común de la humanidad en el acuerdo final, que es una concepción fundamental que debe arraigarse en todas las acciones sobre alta mar, incluida en la actividad de investigación científica.

Esperamos que la comunidad internacional apoye en gran medida la campaña de ratificación del Acuerdo BBNJ a fin de garantizar la rápida entrada en vigor del tratado. Dichos esfuerzos deberán estar garantizados por una importante movilización de recursos que garantice un apoyo esencial a los países en desarrollo, con el objetivo de fomentar las capacidades necesarias que les permitan ratificar el instrumento.

Señor Presidente:

Nuestra delegación reconoce los esfuerzos realizados por el Secretario General en aras de hallar soluciones a las múltiples crisis que enfrenta la humanidad. En tal sentido, apreciamos que el proceso de negociaciones de cara a la Cumbre del Futuro debe culminar con resultados tangibles que mantengan vivas las aspiraciones de erradicación de la pobreza y del hambre. Asimismo, remarcamos la importancia de eludir cualquier iniciativa que intente desconocer el carácter intergubernamental de la Organización o pretenda cambiarlo.

En cuanto a la delicada situación financiera que enfrenta la Organización, consideramos que se impone de forma urgente dar a conocer, de forma pública, aquellos países que acumularon adeudos multimillonarios a las Naciones Unidas al concluir el pasado año. La falta de liquidez que enfrenta la ONU no es natural. Es resultado del actuar irresponsable del mayor contribuyente, que, pese a sus cuantiosas riquezas, decide poner en riesgo la estabilidad de la Organización.

Es un actuar deliberado, además, porque mientras escasean los fondos de las cuentas prorrateadas de la Organización, el monto de contribuciones voluntarias, de interés específico para los donantes, supera cada año los más de 10 mil millones de dólares. Es hora de exponer públicamente a quienes atentan contra esta institución, que es un patrimonio de toda la humanidad.

Sr. Presidente, concluyo reiterándole nuestro apoyo en sus gestiones, en especial en la defensa del multilateralismo y del derecho internacional, la diplomacia para la paz, el desarrollo y el respeto entre las naciones.

Muchas gracias