Intervención del Embajador Yusnier Romero Puentes, Representante Permanente Alterno de la Misión Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, en la Comisión Política Especial y de Descolonización (Cuarta Comisión). Temas sobre Descolonización.

Nueva York, 2 de Octubre de 2023.

Señora Presidente:

Mi delegación se suma a los oradores que nos han antecedido en la felicitación por su elección como presidenta de la Cuarta Comisión. Felicitamos también al resto de los miembros de la Mesa y les deseamos toda suerte de éxitos.

Este año nos congregamos, una vez más, ante un aniversario que no debe pasar inadvertido en la lucha contra el colonialismo. El mes próximo estaremos conmemorando el 62° aniversario del establecimiento del Comité Especial de Descolonización en virtud de la resolución 1654 (XVI) del 27 de noviembre de 1961.

Al crear el Órgano, la Asamblea se manifestó convencida de que “todo nuevo retraso en la aplicación de la Declaración representa una causa constante de conflicto y desacuerdo internacionales, entorpece gravemente la cooperación internacional y está creando en muchas partes del mucho una situación cada vez más peligrosa, que puede constituir una amenaza para la paz y seguridad internacionales”.

Se hace hoy más urgente que nunca la materialización de mecanismos multilaterales para erradicar ese flagelo que aún padecen varios territorios, entre ellos los 17 registrados en el Comité Especial de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Cuba reitera su llamado y se suma al reclamo internacional de poner fin al colonialismo, a casi 63 años de la aprobación de la histórica “Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales”, adoptada por la Asamblea General mediante su resolución 1514(XV).

Señora Presidente:

Es imprescindible señalar a la atención de la Cuarta Comisión la situación de la Palestina ocupada y asediada, cuyo pueblo tiene el inalienable derecho a la autodeterminación y a la existencia de un Estado independiente y viable con Jerusalén Oriental como su capital.

Se evidencia una marcada política por parte de Israel dirigida a la anexión de los territorios ocupados. Se intensifica ante nuestros ojos toda suerte de violaciones a los derechos de este pueblo, tales como las restricciones a la libertad de circulación, la demolición de viviendas, la violencia de los colonos, la confiscación de bienes y la impunidad posterior.

Las Naciones Unidas, especialmente el Consejo de Seguridad, están en deuda con el pueblo palestino.

Favorecemos y apoyamos los pasos necesarios para que Palestina adquiera su plena membresía como Estado de las Naciones Unidas, a la mayor brevedad posible.  

Asimismo, Cuba defiende el derecho del pueblo del Sahara Occidental a la libre determinación sobre la base del respeto a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional y las resoluciones pertinentes de la ONU.

Hace 60 años el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas declaró el Sáhara Occidental como territorio no autónomo.

Cuba aboga por una solución política mutuamente aceptable entre las partes, que prevea el ejercicio a la libre determinación del pueblo del Sahara Occidental de conformidad con la resolución 1514 (XV) de las Naciones Unidas sobre la concesión de la independencia de los países y pueblos coloniales.

Por otra parte, no favorecemos las decisiones unilaterales que desconozcan los intereses o derechos del pueblo saharaui. 

El pueblo saharaui requiere apoyo de la comunidad internacional y podrá contar siempre con la solidaridad del pueblo de Cuba.

Expresamos, una vez más, el irrestricto apoyo al legítimo derecho de la República Argentina en la disputa de soberanía relativa a las Islas Malvinas, Georgia del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que constituyen parte del territorio nacional de ese hermano país latinoamericano. Reiteramos el llamado a una solución negociada, justa y definitiva a la cuestión de las Malvinas en el plazo más breve posible, que tome en cuenta tanto el respeto a la integridad territorial de la Argentina, como el reconocimiento de los intereses de los habitantes de las Islas. Recalcamos además que mientras no se logre una solución definitiva de la disputa mediante negociaciones, no deben producirse actos unilaterales que introduzcan modificaciones en la situación de las Islas.

Señora Presidenta:

El 25 de julio de 2023 se cumplieron 125 años de la intervención de los Estados Unidos de América en Puerto Rico. Sin embargo, tantos años de dominio colonial no han sido suficientes para arrebatarle al pueblo de Puerto Rico su cultura, su identidad y sus sentimientos nacionales.

A más de 50 años desde la adopción de la primera resolución sobre la cuestión colonial de Puerto Rico y de los múltiples esfuerzos desplegados por Comité Especial de Descolonización, el pueblo de Puerto Rico continúa sin poder ejercer su legítimo derecho a la genuina autodeterminación.

Estados Unidos de América, la potencia colonial, trata por todos los medios de afianzar su dominio económico, político y social sobre este hermano pueblo latinoamericano y caribeño.

Ya suman 41 resoluciones o decisiones sobre el tema adoptadas por el Comité. En todas y cada una de esas resoluciones y decisiones, se ha reafirmado el derecho inalienable del pueblo de Puerto Rico a la libre determinación y a la independencia, de conformidad con la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El Estado Libre Asociado en Puerto Rico, impuesto hace más de 60 años, no fue más que una farsa y la forma encontrada por el Gobierno de los Estados Unidos para ejercer su total dominación sobre esta hermana isla antillana y enmascarar un acto de clara dominación colonial.

La farsa política montada hace más de medio siglo y denunciada por los patriotas puertorriqueños y por quienes apoyamos su causa ha sido desmontada por la Corte Suprema de los Estados Unidos, el Congreso y hasta la propia la Administración, cuando de manera clara e inequívoca señalaron que Puerto Rico carece de soberanía propia y está sujeto completamente a los poderes de Washington, o sea, es una posesión norteamericana, un territorio colonial.

En la pasada Cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y del Caribe, celebrada en enero de este año en Buenos Aires, Argentina, las Jefas y Jefes de
Estado allí reunidos, reiteraron que se trata de un asunto de alto interés para la CELAC, insistieron en el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y se comprometieron a seguir trabajando en el marco del Derecho Internacional para poner fin rápida e incondicionalmente al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones en la región de América Latina y el Caribe.

Señora Presidenta:

La Revolución Cubana ha mantenido un permanente compromiso con la solidaridad hacia otros pueblos, y en la medida de sus posibilidades ha colaborado con los habitantes de territorios no autónomos, basado en la premisa de compartir lo que tenemos y no lo que nos sobra, a pesar del brutal bloqueo económico, comercial y financiero que ha tenido que enfrentar el pueblo cubano y que en la actualidad se ha visto recrudecido como resultado de la política de máxima presión que el gobierno de los Estados Unidos impone contra nuestra Isla.

En las escuelas y universidades cubanas han estudiado, por ejemplo, cientos de jóvenes del Sahara Occidental. La cooperación con los habitantes de los territorios no autónomos es esencial para el bienestar colectivo de ellos y para el necesario desarrollo económico y social de estos territorios. Exhortamos a todos los Estados Miembros a contribuir con esta importante tarea.

Cuba reitera su inquebrantable compromiso con la erradicación del colonialismo y recuerda que mientras exista un solo pueblo bajo esa condición, el trabajo de la Organización estará inconcluso.

Muchas gracias.