Señores Co-Presidentes:
Agradecemos la convocatoria a este debate temático y aprovechamos para reconocerles su conducción de las labores del Grupo de Trabajo. Les deseamos éxitos en la sesión en curso.
Cuba se suma a la intervención realizada por Argelia en nombre del Movimiento de Países No Alineados, y reitera su disposición a participar activamente en los esfuerzos encaminados a fortalecer el papel de la Asamblea General.
Reafirmamos, una vez más, nuestro compromiso con la promoción y fortalecimiento del multilateralismo y del proceso de toma de decisiones a través de las Naciones Unidas, con estricto apego a su Carta y al Derecho Internacional, en el camino hacia un orden internacional más justo, democrático y equitativo.
Reiteramos que la selección y nombramiento del Secretario General, así como de otros jefes ejecutivos, debe cumplir lo dispuesto en la Carta de la ONU, el reglamento de los órganos principales de esta Organización, especialmente la Asamblea General, así como las disposiciones establecidas en las resoluciones pertinentes, en particular las relativas a la Revitalización de la Labor de la Asamblea General.
Acogemos con beneplácito los progresos realizados en el proceso de selección y nombramiento del Secretario General en las resoluciones anteriores, que se ajustan plenamente al mandato de la Asamblea General definido en el Artículo 97 de la Carta, y reafirma la necesidad de lograr el equilibrio de género y la rotación regional en el proceso de selección y nombramiento al puesto de Secretario General.
En este sentido, destacamos la importancia del trabajo inclusivo, coordinado, y transparente entre el Consejo de Seguridad y la Asamblea General, teniendo en cuenta el artículo de la Carta antes mencionado.
Dado el importante peso de la recomendación del Consejo de Seguridad, es necesario que la propuesta de candidato que ese Órgano presente a la Asamblea cumpla con el principal requisito para ser electo, que, a nuestro juicio, radica en el firme compromiso del candidato con los propósitos y principios de las Naciones Unidas, aparejado a su integridad, experiencia, eficiencia, capacidad de liderazgo y de gestión.
Acogemos con beneplácito la celebración de reuniones y audiencias que permitan mantener diálogos oficiosos oportunos, incluidas reuniones públicas, para intercambiar opiniones con los candidatos presentados por los Estados Miembros al cargo de Secretario General de las Naciones Unidas.
Esta práctica debe ser mantenida en futuros procesos de selección a dicho puesto, en tanto contribuyen a su transparencia e inclusividad y facilitan la interacción directa entre los candidatos, la Asamblea General y demás partes interesadas.
Señores Copresidentes:
La selección y nombramiento, tanto del Secretario General como de otros jefes ejecutivos, debe estar fundamentada en las mejores prácticas y participación plena de todos los Estados Miembros. El mecanismo para informar a la membresía sobre cada una de las etapas del proceso debe ser efectivo y oportuno y debe enriquecerse con las recomendaciones de los Estados miembros.
En relación con el nombramiento de jefes ejecutivos, reiteramos la necesidad de garantizar una distribución y representación geográfica equitativa, así como el equilibrio de género. Señalamos que la celebración de audiencias y reuniones con los candidatos a los cargos de jefes ejecutivos de las organizaciones del régimen común de las Naciones Unidas podría mejorar sus procesos de selección, a fin de aumentar la transparencia y la credibilidad como parte de los esfuerzos para lograr un proceso más inclusivo para todas las nacionalidades.
En este sentido, se hace perentorio preservar a todas las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas de prácticas politizadas y selectivas, que contradigan su mandato y afecten su credibilidad. Los jefes de organismos internacionales de las Naciones Unidas, en su condición de máximos responsables del funcionamiento de estas instancias, tienen la responsabilidad moral de cumplir sus funciones de una forma cabal, no politizada, imparcial, apegados a sus respectivos mandatos y en estricta observancia del Código de Ética de la Organización.
Mi delegación está profundamente comprometida por preservar a las Naciones Unidas, sus agencias, fondos y programas de cualquier tipo de práctica selectiva o politizada que afecte su credibilidad, lo cual ha denunciado de forma oportuna en los foros pertinentes de la Asamblea General.
Para concluir, reiteramos nuestra disposición a continuar apoyando el proceso de revitalización de la Asamblea General, para lo cual seguiremos participando activamente en este Grupo de Trabajo, de especial relevancia para toda la membresía.
Muchas gracias.
