Palabras de la Embajadora Ana Silvia Rodríguez Abascal, Representante Permanente Alterna de la República de Cuba ante las Naciones Unidas, en el acto organizado por el Movimiento de Solidaridad con Cuba en conmemoración del Aniversario 65 de los Asaltos a los Cuarteles “Moncada” y “Carlos Manuel de Céspedes”. Nueva York, 27 de julio de 2018.
Queridos amigas y amigos, hermanas y hermanos de las organizaciones del movimiento de solidaridad con Cuba, compatriotas:
En la víspera de la mañana del 26 de julio de 1953, el joven poeta Raúl Gómez García arengaba con su verbo revolucionario a los jóvenes, que horas después saldrían dispuestos a exponer sin miedo sus vidas por una patria libre y soberana "Compañeros: podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante”.
Y así fue. A pesar de la derrota en términos tácticos que significó el asalto al Moncada, esta acción se convirtió en el detonante que avivó la conciencia de los cubanos y su lucha por acabar con la tiranía batistiana.
Los asaltos a los cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo organizados y liderados por nuestro eterno Comandante en Jefe, Fidel Castro, constituyeron uno de los hechos más heroicos en la lucha por la total independencia de Cuba.
Esta acción marcó un hito histórico, generacional y revolucionario. Fue llevada a cabo por jóvenes que tenían como principal objetivo iniciar operaciones para transformar el régimen político y económico-social de Cuba, acabar con la injerencia extranjera, la miseria, el desempleo, la insalubridad y la incultura que padecía nuestro pueblo.
El 26 de julio destacó también al líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz, quien presentó el programa de lucha, demostró la voluntad de realizarlo, enseñó el camino para conquistarlo y guió el avance de la revolución.
Esta fecha provoca en nosotros una mezcla de emociones, tristeza por la joven y heroica sangre derramada y orgullo de ser hijos de una estirpe de valerosos cubanos.
La acción del Moncada abrió el camino hacia la victoria estratégica. Sesenta y cinco años después, Cuba atraviesa otro momento crucial de su historia. Los cubanos llegamos a la celebración del Día de la Rebeldía Nacional enfrascados en el perfeccionamiento de nuestro Modelo Económico y Social de Desarrollo Socialista y de elaboración de la nueva Constitución de la República, procesos que se caracterizan por la amplia participación de todo el pueblo, sin abandonar, ni por un instante, el legado martiano y nuestra tradición revolucionaria. Los fundamentos políticos del Estado socialista y revolucionario permanecen invariables y se incorporan dentro de sus fines esenciales, la promoción de un desarrollo sostenible que asegure la prosperidad individual y colectiva, trabajar por alcanzar mayores niveles de equidad y justicia social, así como preservar y multiplicar los logros de la Revolución.
Cuba ha continuado fortaleciendo el carácter democrático de su institucionalidad, con leyes, políticas y programas de naturaleza popular y participativa, conforme con las aspiraciones del pueblo.
Como resultado de las pasadas elecciones, tenemos un Parlamento que representa a todos los sectores del país, el 87,8% de los 605 diputados nació después del 1ro de enero de 1959. El 53,22% son mujeres, el más alto alcanzado en Cuba y segundo del mundo y la representación de negros y mestizos alcanzó el 40,49%.
Tal como expresó nuestro recién electo Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez: “en Cuba, por decisión del pueblo, sólo cabe darle continuidad a la obra, unidas las generaciones nacidas y educadas en la Revolución y la generación fundadora, sin ceder ante las presiones, sin miedo y sin retrocesos, defendiendo nuestras verdades y razones, sin renunciar a la soberanía e independencia, a los programas de desarrollo y a nuestros sueños”.
Nuestro país continuará promoviendo su carácter solidario e internacionalista con todos los pueblos del mundo. De la misma manera agradecemos a todos los movimientos de solidaridad por su compromiso con nuestro país. Ustedes nos han acompañado incondicionalmente todos estos años y lo continúan haciendo con la misma lealtad y entusiasmo de siempre. El apoyo de ustedes ha constituido una fuerza inestimable en la lucha por el levantamiento total e incondicional del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos. Ha contribuido también a derrotar la política de aislamiento que se ha intentado imponer contra Cuba. La Revolución Cubana ha sobrevivido a todo tipo de actos hostiles y agresiones, y saldrá otra vez victoriosa de esta nueva etapa. Ustedes, que integran el movimiento de solidaridad hacia nuestro país en las mismas entrañas del imperialismo, son parte también de esas victorias.
Seguiremos luchando juntos para derrocar el injusto bloqueo que se impone al pueblo cubano por más de medio siglo. Lucharemos también juntos para difundir la verdad sobre Cuba y enfrentar las campañas que calumnian y denigran a nuestro pueblo. Defenderemos la paz, la justicia y la solidaridad; y lo haremos con la misma decisión y firmeza que lo hicieron los jóvenes que liderados por Fidel defendieron sus convicciones e ideales aquél 26 de julio de 1953.
¡Gloria eterna a los mártires del Moncada!
¡Viva la Revolución Cubana!
¡Viva el Movimiento de Solidaridad con Cuba!
¡Vivan Fidel y Raúl!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!