Queridos amigos,
Me es muy grato darles la bienvenida a la Casa de Cuba en Nueva York en ocasión de celebrar nuestro Día Nacional y el Aniversario 60 del Triunfo de la Revolución Cubana.
El primero de enero de 1959 se produjo un viraje trascendental en la historia de mi país. Con la victoria del ejército popular comandado por Fidel Castro, Líder Histórico de la Revolución Cubana, culminaban casi 100 años de lucha de mi pueblo por alcanzar su verdadera independencia.
Desde ese histórico momento hasta hoy, el pueblo cubano se ha empeñado en una dura batalla para construir una sociedad con todos y para el bien de todos. Ese fue el sueño del Apóstol de la independencia de Cuba y Héroe Nacional José Martí, cuyo aniversario 166 de su natalicio conmemoramos el día de ayer.
No ha sido fácil para los cubanos llegar hasta aquí. La historia es conocida. Pero como pueblo libre y con la sabia conducción de sus líderes hemos puesto todo el corazón en la construcción de un país en el que el alcance de la mayor suma de justicia social es la divisa fundamental.
Por eso hoy, a 60 años de aquella trascendental victoria, agradecemos a todos aquellos que en el mundo creyeron en nosotros y nos acompañaron con su solidaridad. Igualmente extendemos nuestro abrazo agradecido a quienes nos acompañan hoy con su respaldo.
En ese contexto, una de las piedras angulares de la política exterior cubana ha sido practicar la solidaridad y el internacionalismo con los pueblos que la necesitan. Han sido incontables las acciones de cooperación llevadas a cabo en gran cantidad de países en desarrollo, que comenzaron casi en el propio año del triunfo de la Revolución. Fue esta la manera de expresar en la práctica el pensamiento de nuestro Héroe Nacional, cuando dijo “patria es humanidad”, y de saldar una deuda histórica con los pueblos que contribuyeron a forjar nuestra Nación.
60 años después del inicio de esta nueva etapa de la historia cubana, nos enorgullecemos porque contamos hoy con una política exterior independiente y basada en nobles principios, como el respeto estricto al derecho internacional, a la autodeterminación y la soberanía de los Estados, a favor de los derechos de los pueblos, de la paz, la justicia y la solidaridad con las mejores causas de la humanidad.
Queridos amigos,
Este año en Cuba se someterá a referendo popular una nueva Constitución, cuyo texto fue consultado de manera pública, amplia y transparente con millones de nuestros ciudadanos en los últimos meses, lo que es reflejo claro y palpable del carácter democrático y participativo de nuestro proceso político, en el que las principales cuestiones que definen la vida de la Nación cuentan con el aporte de todos los cubanos.
Aprovecho esta celebración para renovar el compromiso de Cuba y de esta Misión diplomática, de continuar trabajando sobre la base de los principios históricos de su política exterior, promoviendo el respeto a la igualdad soberana y las relaciones pacíficas entre todos los Estados; así como la amistad y la cooperación entre estos, en estricta observancia de los principios consagrados en la Carta de la ONU.
Al mismo tiempo, reitero la firme voluntad del pueblo cubano, junto a nuestro Presidente, de construir una sociedad cada vez más Socialista, democrática, próspera y sostenible.
Estimados amigos,
Como ya todos saben, mi misión diplomática en esta sede culmina, luego de dos años de intenso trabajo. Dentro de pocos días viajaré a Cuba a ocupar el honroso cargo de Viceministra de Relaciones Exteriores. Regreso a mi Patria con la satisfacción de haber trabajado con un excelente equipo de diplomáticos cubanos, en su gran mayoría jóvenes, y además, me voy muy agradecida por haber contado con colegas y amigos como ustedes.
Muchas gracias