Por una migración regular, segura y ordenada
La República de Cuba y los Estados Unidos de América han alcanzado un acuerdo para dar un paso importante en la normalización de sus relaciones migratorias, a los efectos de garantizar una migración regular, segura y ordenada.
Con dicho acuerdo, el gobierno del Presidente Barack Obama puso fin a la política que permitía el ingreso expedito a EE.UU. de ciudadanos cubanos, incluso indocumentados, y estimulaba la emigración irregular y desordenada de cubanos, provocando violencia, muertes y tráfico de personas.
Declaración del Gobierno Revolucionario
Un importante paso en el avance de las relaciones bilaterales ha tenido lugar este 12 de enero con la firma de un acuerdo entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos, que entró en vigor ese propio día, dirigido a garantizar una migración regular, segura y ordenada.
Con este acuerdo se elimina la comúnmente conocida como política “pies secos-pies mojados” y el programa de admisión provisional (parole) para profesionales cubanos de la salud, que Washington aplicaba en terceros países.
Cuba ratifica su compromiso con una migración regular, segura y ordenada
Josefina Vidal.- Hoy, 12 de enero, los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos suscribieron un nuevo acuerdo migratorio, que entró en vigor esta misma tarde.
En este momento, este nuevo acuerdo migratorio está totalmente en vigor.
Este acuerdo que se denomina Declaración Conjunta, reitera el interés de ambos gobiernos de normalizar las relaciones, basados en los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y la voluntad política de fortalecer los vínculos bilaterales y de establecer nuevos entendimientos en temas de interés común.
Declaración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre la política migratoria hacia Cuba
Hoy, los Estados Unidos están dando pasos importantes para normalizar las relaciones con Cuba y para lograr una mayor consistencia en nuestra política de inmigración. El Departamento de Seguridad Interna está poniendo fin a la llamada política de "pies mojados / pies secos", que se puso en práctica hace más de veinte años y fue diseñada para una época diferente.